El abogado y senador Ted Cruz y la jueza Bárbara Lagoa, son los cubanoamericanos mencionados entre los posibles candidatos para suceder a la jueza Ruth Bader Ginsburg en la Corte Suprema de los Estados Unidos, quien murió a finales de la semana anterior a los 87 años debido a complicaciones de cáncer de páncreas metastásico.
Ted Cruz instó el viernes a sus compañeros legisladores a nominar y confirmar un juez antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, advirtiendo de una inminente “crisis constitucional” si el asiento permanece vacante, informó Fox News.
“No podemos hacer que el día de las elecciones llegue con una corte de cuatro a cuatro (…) igualmente dividida no puede decidir nada”, dijo Cruz durante una entrevista con Sean Hannity.
El jurista y político considera que “corremos el riesgo de una crisis constitucional si no tenemos una Corte Suprema de nueve magistrados, especialmente cuando existe tal riesgo de una elección [presidencial] disputada”.
El republicano de Texas -referido por Fox News como “uno de los 20 posibles nominados del presidente Trump a la corte”- pidió al mandatario que nominara al sucesor de Ginsburg esta semana.
“Creo que es fundamental que el Senado asista y confirme a ese sucesor antes del día de las elecciones”, dijo Cruz.
“Va a haber una enorme presión de los medios de comunicación, va a haber una enorme presión de los demócratas para retrasar el llenado de esta vacante. Pero esta elección, esta nominación es la razón por la que Donald Trump fue elegido. Esta confirmación es la razón por la que los votantes votaron por una mayoría republicana en el Senado”.
Más temprano en la noche del viernes pasado, antes de enterarse de la muerte de Ginsburg, Trump dijo a los simpatizantes en un mitin en Minnesota que estaba “poniendo a Ted Cruz como una de las personas para la Corte Suprema”.
“Ted es el único hombre que conozco que podría obtener 100 votos del Senado”, recordó Fox News.
Sin embargo, Cruz, de padre cubano y madre estadounidense, ha dicho que no aceptaría una nominación a la Corte Suprema.
“Es profundamente gratificante, ser incluido en la lista”, dijo, “Pero no es el deseo de mi corazón. Quiero estar en la lucha política”.
Bárbara Lagoa, hija de exiliados cubanos de Miami, es otro nombre que suena en los medios estadounidenses como una de las posibles candidatas a reemplazar a la fallecida jueza Bader Ginsburg.
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Los ojos del sur de Florida, especialmente del barrio cubano de Hialeah, en el condado Miami-Dade, donde creció esta abogada de 52 años, están puestos en las candidaturas que el presidente Donald Trump dijo que confirmaría pronto.
Esta jueza se presenta además como una candidata clave que alentaría al electorado de Florida, estado importante para la reelección del presidente Donald Trump frente al demócrata Joe Biden en las presidenciales de noviembre próximo.
Lagoa fue nominada en enero de 2019 a la Corte Suprema de Florida por el gobernador Ron DeSantis y pocos meses después por Trump para la Corte de Apelaciones del Undécimo Circuito, en Atlanta, cargo que ocupa tras una votación bipartidista y sin obstáculos en el Senado.
DeSantis, aliado político de Trump, la nominó el 9 de enero de 2019 durante un discurso en el que recordó a los jueces que deben tener un trabajo “limitado” sin cambiar la ley ni la Constitución.
La jueza de origen cubano asumió ese mismo día como la primera jueza hispana de la Corte Suprema de Florida en compañía de sus padres, su esposo y sus tres hijas, en la Torre de la Libertad de Miami, donde fueron recibidas las primeras oleadas de exiliados de Cuba que huyeron del régimen de Fidel Castro.
De llegar a la Corte Suprema de Justicia, sería la segunda persona hispana en ocupar este cargo vitalicio, después de Sonia Sotomayor, de origen puertorriqueño, nominada en 2009 por el entonces presidente Barack Obama.
Trump dijo este sábado que podría nominar a una mujer para suceder a Ginsburg, quien murió el viernes a los 87 años después de una batalla contra el cáncer de páncreas.
“Será una mujer, una mujer muy talentosa y muy brillante”, expresó el presidente.
Los periodistas le preguntaron a Trump sobre Lagoa y también sobre otra posible candidata, Amy Coney Barrett, dos magistradas que él dice son apreciadas por el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, a lo que el presidente respondió que “ambas son muy respetadas”.
Lagoa, quien asumió en Florida para acabar con el activismo judicial a pedido del gobernador DeSantis, llegó a la Corte Suprema de Florida con doce años como jueza del Tercer Distrito de Apelaciones.
En su discurso de asunción en Miami, en el que también habló en español, se refirió a sus orígenes humildes, agradeció casi entre lágrimas a sus padres y aseguró que se había ganado “el respeto de la comunidad legal de Florida”.
Lagoa es licenciada por la Universidad Internacional de Florida (FIU) y se formó también en la Columbia University School of Law, en Nueva York, donde estudió la fallecida jueza Ginsburg.