Empleados de bancos hablan sobre la situación financiera

Los empleados en los bancos no dejan de asombrarse por la cantidad de gente con divisas para comprar. Unos se quedan boquiabiertos y otros, se lamentan porque no tienen ni un peso en el bolsillo.
Las colas se alargan de la mañana al atardecer
 

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Luego de tres semanas de abiertas las tiendas por tarjetas, la avalancha de cuentas abiertas y compradores de divisas continúa llenando los bancos, para desgracia de las cajeras, las empleadas más atareadas en esta situación que la gerencia llama “de nuevo tipo”.

“Es un rollo, y ahora se ha enredado más, porque están haciendo las cosas a lo loco”, dice una cajera de un banco, con cuatro clientes con cuentas por abrir en espera, pero tiene que priorizar una transferencia en euros.

“La moneda dura tiene preferencia y aunque existan diez aperturas de cuentas desde temprano en la mañana en la cola, si llega una transferencia del exterior tiene preferencia. Porque si el que recibe la transferencia cambia los euros o los dólares en CUC, entonces el banco tiene divisa para venderle a la cola”.

“Ahora mismo tuvimos que suspender la venta de euros, porque el banco tenía 32 mil euros y mandaron a darles 30 mil al INDER. La jefa tuvo que salir y decirle a la cola que no había euros”.

La cajera se pregunta para qué necesitará ese dinero el INDER y si las personas que han sufrido la cola, el sol y la espera desde temprano se merecen eso. Nereida es cajera de una sucursal del Vedado, comenta que su hermana encontró pesos mexicanos en una CADECA de Bauta y compró unos cientos. Expresa que esta locura financiera hará que el mercado negro crezca. Ya vio en revolico que había personas vendiendo libras esterlinas y yenes.

“El Banco Financiero Internacional ve que tenemos divisa y no nos suple, pero es la misma divisa que compramos y con esa vendemos, se acaba con frecuencia, no es lo que se dijo al inicio de esta situación de “nuevo tipo”, afirma Nereida.


El custodio de la sucursal dice que “embrollo” es la palabra que mejor describe lo que se está viviendo. “Yo pensaba que Cuba era un país pobre, donde la gente vivía de alguna manera del salario más el invento, pero esta cantidad de cuentas abiertas es inaudito y me pregunto: ¿de dónde sale tanto dinero?, porque el banco permanece lleno desde que abre hasta que cierra. Es como si todos quisieran tener una cuenta”.

Sobre la compra y venta de moneda, agrega el custodio: “Las cajeras tienen el doble del trabajo de antes. Creo que el estado va a tener que crear una reserva, porque si supuestamente todas esas cuentas abiertas se llenan y deciden comprar a la vez, los almacenes no darán abasto. Yo también tengo el doble de trabajo, porque mucha gente se desespera y la coge conmigo cuando se acaban los euros, o los dólares, como si yo fuera el culpable. Y gracias que en Cuba no asaltan bancos, con el hambre que tengo ahora mismo si me sacan una pistola me desmayo”.

 

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