Vuelven medicamentos a Jaimanitas

Vuelven los medicamentos a Jaimanitas y la población ya puede reiniciar sus tratamientos. Las ancianas se alegran y los locos del lugar cantas baladas, porque al fin podrán pacificar los demonios en sus cabezas.
En Jaimanitas los medicamentos escaseaban desde hacía meses
 

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Por primera vez en mucho tiempo surtieron de medicamentos a Jaimanitas. “¿Será porque vienen los reyes de España?”, se pregunta Nilsa, última en la cola de la farmacia, que es hipertensa.

Hoy es el tercer día de que llegó el envío y todavía queda Enalapril, que antes se acaba el primer día. Otra señora de la cola se asombra de que haya Carbomacepina, que hace rato  no aparecía.

“El día que llegaron los medicamentos a Jaimanitas la cola se hizo como siempre: de la madrugada a la noche. Al otro día fue igual. Hoy es el tercer día y mira. Eso da la medida de cuántos enfermos tenemos en un pueblo tan pequeño como Jaimanitas, y la cantidad de medicamentos que consumimos”, agregó la señora.

Lucas es diabético, de 65 años; ha esperado una hora en la cola. “Entró algodón, jeringuillas y el antidiurético. Por culpa del retraso no pude seguir un plan que me puso el doctor hace meses. Además, entraron las pastillas para la acidez que me está matando”.

Otra persona que alaba esta última entrega es Elvira, cuentapropista de los alrededores, en cambio, se queja de la cola. “Ahora mismo tengo el negocio parado porque perdí la mañana. Estoy contenta porque al fin entraron el Meprazol y los antiestamínicos. No hay anti depresivos, así que será una noche de pesadilla. Me haré un té de tilo para ver si puedo olvidar esta cola”.

Lupe, enfermo mental y trovador, no hizo la cola. Se apareció con la guitarra en la farmacia y  cantó con su tonadilla peculiar una balada, por la entrada de su medicina: “Después de una espera infinita, que fue una desidia, al fin florecen flores en Jaimanitas”.

Lupe no tenía el dinero completo para su Parkisonil y su Amitriptilina, que lo mantienen sedado y lo inspiran. En la cola hicieron una colecta para ayudarlo. Lupe les cantó: “Gracias pueblo, por su gracia y su bondad infinitas. Al fin florecen flores en Jaimanitas”.

Con la entrada de los medicamentos la farmacia de Jaimanitas estuvo llena durante varios días. Los pacientes opinaron que el Estado se estaba tomando el asunto en serio. “Tal vez sea por los 500 años de La Habana”, dice Anisia, de 80 años y vecina del callejón. “Yo no cogía mi medicamento del tarjetón desde abril y ya lo tengo. Al fin voy a poder comenzar el plan, que me indicaron en julio, pero no había entrado el suplemento hasta hoy”.

 

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