El economista cubano Pedro Monreal González advirtió el lunes 5 de agosto en sus redes sociales que “la inflación en Cuba sigue su marcha imparable”.
“Al concluir julio de 2022 el índice de precios al consumidor era 32% mayor que hace un año, 'halado' principalmente por un encarecimiento interanual de 52% en el precio de los alimentos”, explicó en Twitter Monreal, especialista del Programa de Ciencias Sociales y Humanas de la Unesco.
Tras analizar datos oficiales publicados por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), el experto advirtió: “El nivel de inflación interanual de 32% de julio de 2022 refleja desequilibrio macroeconómico. O se corrige, o la inflación hundirá aún más el poder de compra del salario medio nacional y empobrecerá al hogar promedio”.
De acuerdo con Pedro Monreal, “la inflación de alimentos en Cuba es preocupante. La carne de cerdo, de ave y el arroz registraron en julio un incremento mensual muy alto de precios”.
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Respecto a Cuba, también hizo sonar las alarmas esta semana Steve H. Hanke, profesor de Economía aplicada en la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos.
El especialista volvió a ubicar a la isla en el segundo puesto de su lista de los países con mayor inflación del mundo, solo superado por Zimbabue.
“El 1 de septiembre, medí la inflación en Cuba a un impresionante 142 %/año”, informó en su cuenta de Twitter.
Según Hanke, “tasas de inflación tan altas como las de Cuba hacen que los gobiernos, incluso las dictaduras comunistas, sean vulnerables”.
En marzo de 2022 el economista calificó a la isla como el país “más miserable” del mundo, según el Índice Anual de Miseria Hanke 2021 (HAMI, por sus siglas en inglés), tras un paquete de medidas aplicadas en la isla conocidas como “Tarea ordenamiento”.
“Cuba, con una caída dramática en comparación con el HAMI del año pasado, ahora tiene el título inglorioso de país más miserable de 2021. Como se puede ver, el puntaje HAMI de Cuba fue impulsado por una inflación creciente de 1 221.8 %. Ese nivel de inflación no fue sorprendente, dada la devaluación del peso por parte de Cuba en un 95% durante 2021”, explicó el experto en un artículo de National Review.
“Las devaluaciones de la moneda conducen a un aumento de las tasas de inflación. De hecho, después de una devaluación, la inflación se recuperará y también lo harán los costos de producción de bienes y servicios, incluidas las exportaciones, en el país que ha devaluado su moneda. La inflación robará cualquiera de los posibles beneficios competitivos a corto plazo que inicialmente podrían acompañar a la devaluación. Esto es exactamente lo que sucedió en Cuba”, agregó Hanke.
El índice de países “miserables” se entiende como la suma de las tasas de desempleo, inflación y préstamos bancarios de fin de año, menos el cambio porcentual anual en el PIB real per cápita.