El régimen cubano estaría valorando intervenir la sede de la Unión Patriótica de Cuba (Unpcau), bajo el pretexto de la pandemia de COVID-19, denunció este sábado su coordinador, José Daniel Ferrer.
El líder de la organización opositora y su esposa, Nelva Ortega, se encuentran hace 48 horas en huelga de hambre como protesta por el acoso de la policía política contra las actividades que realizan, entre ellas, alimentar a personas vulnerables de Santiago de Cuba.
Debido a lo anterior, Ferrer considera que la Seguridad del Estado podría estar preparando una intervención violenta para finalizar la huelga, como hicieron en noviembre pasado contra el Movimiento San Isidro.
"Ya le dijeron a tres personas que no vengan ni manden a nadie a buscar alimentos aquí, porque nos van a llevar a todos presos por la pandemia de COVID-19, porque uno de los casos vulnerables que alimentamos tiene la enfermedad", declaró el ex prisionero político a ADN Cuba.
Además, la tarde de este sábado, autoridades sanitarias llegaron a la sede de Unpacu a notificarles de ese paciente, y que supuestamente se les escapó.
"Esto nos parece una maniobra de la policía política, no podemos probarlo pero resulta bastante sospechoso", añadió.
Ferrer explicó que en su vivienda se toman todas las medidas sanitarias para brindar comida a los más necesitados.
Al menos este 16 de enero, como muestra un video de la Unpacu, se pudo realizar esta labor sin represión de la Seguridad del Estado.
Sobre la vigilancia que tienen hace seis meses, una de las demandas para deponer la huelga, al parecer ya se les retiró.
"Dan vueltas y pasan en moto pero no se han metido ni detenido a nadie. Es un buen síntoma pero no nos vamos a confiar. Vamos a ver qué pasa en estos días y el lunes vemos si ponemos fin a la huelga".
El motivo principal de la huelga son los impedimentos puestos por el régimen a la alimentación gratuita brindada por la Unpacu a ancianos, enfermos, alcohólicos y madres sin recursos.