A diez días desde que unas 15 personas se atrincheraron en la sede del Movimiento San Isidro en La Habana, finalmente el Parlamento Europeo (PE)se ha pronunciado por su situación, sobre todo respecto a los seis huelguistas de hambre.
María Arena, presidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del PE, realizó declaraciones preocupada por el estado de salud de los miembros del movimiento.
"Quiero expresar mi más profunda preocupación por el deterioro del estado de salud de varios miembros del movimiento San Isidro en Cuba, quienes están en huelga de hambre desde mediados de noviembre. De este modo, quieren protestar contra el encarcelamiento del músico Denis Solís González y hacerse eco de su difícil situación, denunciando el constante acoso e intimidación al que se enfrenta el movimiento San Isidro", dijo.
Asimismo Arena comentó que los artistas, poetas, académicos, activistas LGTBI y periodistas independientes no pueden ser criminalizados por ejercer pacíficamente su derecho a protestar contra el decreto 349.
"La libertad de expresión artística es un derecho fundamental. Limitar este derecho no solo manda un mensaje negativo a la ciudadanía, sino también fuera del país. Aliento encarecidamente a las autoridades cubanas a entablar un diálogo urgente para aliviar la situación, liberar a Denis Solís González y abstenerse de intimidar al movimiento San Isidro y cualquier protesta pacífica", concluyó la parlamentaria.
Lamentablemente este miércoles, el Congreso de los Diputados de España rechazó condenar las detenciones arbitrarias de disidentes en Cuba, la segunda votación consecutiva en que los gubernamentales Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos hacen valer su mayoría en un tema que concierne a la isla.
La primera votación estuvo relacionada con la censura de los crímenes del comunismo, que también rechazaron. Para las organizaciones exiliadas en España, resulta inexplicable que la extrema izquierda haya conseguido “imponer su agenda” en la política exterior.
Las protestas del Movimiento iniciaron cuando el joven músico, Denis Solís González, fue condenado a ocho meses de prisión por ‘desacato’, tras ser detenido violentamente el 9 de noviembre de 2020, en las calles Habana y Paula, a unas cuadras de su casa, y le realizaron un juicio sumario dos días después.
Desde el 16 de noviembre en la sede del Movimiento San Isidro, La Habana, 15 personas lograron ingresar y allí tenían planeado quedarse para leer poesía y realizar performances, bailes, a favor de la liberación de su compañero.
Desde su llegada, la calle se cerró en un operativo de decenas de policías y agentes de la Seguridad del Estado, que evitaban el ingreso de más disidentes al lugar. Dos días después, el 18 de noviembre, los sitiadores cortaron también el suministro de alimentos que una vecina, Daylys Bandera Rodríguez, intentaba llevar hasta la sede del MSI. Le robaron la comida y el dinero, denunció.
Ante el intento de rendirlos por hambre, nueve de los atrincherados anunciaban el inicio de la huelga; tres de ellos, de hambre y de sed. A la fecha quedan seis personas haciendo huelga.
Hasta el momento organizaciones internacionales se han pronunciado contra estos actos, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); Artículo 19; Human Rights Watch, Cubalex y otros.