Activistas y periodistas independientes cubanos están siendo blancos de otro domingo de represión, en el que se les impide salir de sus casas o se les corta el acceso a los servicios de internet y telefonía móvil.
La periodista Luz Escobar reveló que “un muchacho que se identifica como agente de la Seguridad del Estado”, apostado en los bajos de su edificio, le dijo que hoy, 11 de abril, no podía salir de su casa.
“Le pregunté las razones y me responde que no sabe. Le pido que me muestre su carnet y me enseña uno que tiene en letras rojas las siglas: DSE”, escribió Escobar en su perfil de Facebook.
Al igual que a ella, elementos represores del régimen impiden la libre circulación del artista y activista Luis Manuel Otero Alcántara, uno de los rostros más visibles del Movimiento San Isidro (MSI).
En declaraciones a ADN Cuba, Otero Alcántara comentó que lleva una semana sitiado, con agentes del régimen apostados en las cuadras aledañas a su casa. No sólo le impiden salir, sino que también detienen momentáneamente e interrogan en la calle a todo aquel que le visite.
“Está la Seguridad del Estado en la esquina y se están haciendo los graciosos. Si asomo la cabeza fuera de mi casa, seguro que me llevan”, sentenció.
Corte de comunicaciones a la Unpacu
Este domingo también el régimen cortó los servicios de internet y telefonía celular en la sede nacional de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), ubicada en el reparto Altamira, Santiago de Cuba, donde permanecen varios activistas que hasta la tarde del viernes estuvieron en huelga de hambre como protesta ante el cerco policial contra el inmueble.
Del corte dio cuenta la activista Ana Belkis Ferrer, hermana del coordinador nacional de la Unpacu, José Daniel Ferrer. Según afirmó en Twitter, este y otros miembros de la organización opositora presentes en la sede fueron privados de los servicios de internet y telefonía móvil.
“Raúl castro y Díaz-Canel, a través de Etecsa, vuelven a interferirles los servicios de Internet y telefonía móvil”, denunció Ana Belkis, miembro de la Unpacu y Dama de Blanco en el exilio.
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El corte de las comunicaciones a los activistas se da apenas un día después de que la organización retomase su labor humanitaria y levantase la huelga de hambre como protesta pacífica por el cerco policial al que fue sometida la sede durante 26 días.
La medida, que viola la libertad de expresión de cubanos que pagan onerosas sumas por los servicios de telefonía móvil e internet al monopolio de las Telecomunicaciones en la isla, indica que el régimen sólo habría levantado el cerco por la presión internacional y la solidaridad con los huelguistas, para luego adoptar otras modalidades represivas.
