Otro cubano pierde su empleo por marchar el 15N

El cubano Yury García Caraballo fue expulsado de su trabajo como técnico en GPS de la base de camiones de carga de su municipio por salir a manifestarse el 15N
Yury García
 

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El cubano Yury García Caraballo, residente en Batabanó, Mayabeque, fue expulsado de su trabajo como técnico en GPS de la base de camiones de carga de su municipio por salir a manifestarse el pasado 15 de noviembre.

García Caraballo de 29 años, contó a Yucabyte que su acto cívico trajo como consecuencia el desempleo. El director general de su empresa, quien radica en La Habana, decidió la expulsión y el joven está “esperando a ver qué sucede con mi caso en estas semanas. El director de la base me dijo que por ahora es una separación del puesto laboral, y que tenían que reunirse los directivos para determinar oficialmente qué decretarán”.

Según García Caraballo sus compañeros de trabajo lo apoyaron y admitió que “Varias personas se han acercado a mí tras lo sucedido. En el caso de mis compañeros de trabajo, cuando supieron que querían expulsarme, me apoyaron públicamente. Dijeron que yo soy un buen trabajador, un buen compañero y que lo he demostrado a lo largo de estos 10 años que llevo en mi puesto”.

García Caraballo marchó con un cartel con la frase “Martí Sí, Marx No”  frente a la sede del Partido Comunista de su localidad. 

“Fue un acto legítimo de protesta pacífica. Eran entonces las 11 de la mañana. En eso llegó un agente de la Seguridad del Estado y me dijo que “le acompañara”. Le contesté que no tenía problema con eso y, sin ofrecer resistencia, monté en su moto. Él me llevó a la Unidad de la Policía Nacional Revolucionaria de Batabanó. Acto seguido me esposaron y me dieron algunos golpes”, narró.

El 19 de noviembre sus captores decidieron liberarle y le redactaron un acta de advertencia para que no participe en protestas futuras.

Sobre su decisión de unirse a la Marcha Cívica por el Cambio, García Caraballo dijo que pensó en las repercusiones pero que ya no podía conciliar el sueño. “Claro, uno siempre piensa en la represión y le teme, pero es que era algo que tenía que hacer. Y no me arrepiento. Ahora me siento más libre, más en paz conmigo mismo”, sentenció.

La expulsión de los centros laborales ha sido una de las maneras de coerción empleadas por el régimen cubano contra quienes simpatizaron con la plataforma Archipiélago. Un ejemplo reciente es el despido de Elvisley González, quien fue despedido de su trabajo en la agencia de alquiler de carros Transgaviota en Varadero, provincia de Matanzas el pasado 10 de noviembre.

En octubre, el médico contestatario Manuel Guerra también despedido por sus posturas políticas y su apoyo a la marcha.
 

 

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