El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció ante el Relator Especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos y degradantes, de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el "cuadro persistente de tratos crueles, inhumanos y degradantes contra ciudadanos cubanos" a través de los "actos de repudio".
La denuncia va dirigida contra el Estado cubano, "por generar un cuadro persistente de violaciones de derechos humanos, mediante el empleo de 'actos de repudio', constitutivos de tratos crueles, inhumanos y degradantes contra miembros de la sociedad civil cubana".
Según el OCDH, durante el 2020 ocurrieron al menos 41 actos de repudio.
La denuncia se acompaña además de informaciones relacionadas con actuaciones de este tipo contra los activistas Iliana Hernández Cardosa, Claudia Genlui Hidalgo, Anamely Ramos González y José Daniel Ferrer García.
"El uso reiterado de este tipo de métodos se ha convertido en un cuadro persistente de actos crueles, inhumanos y degradantes, lo cual requiere un pronunciamiento terminante de organismos internacionales de protección de derechos humanos", exige la denuncia.
Desde el año anterior, esta organización señaló el incremento de los actos de repudio en la Isla, una práctica que tiene su origen desde los inicios de la 'revolución de 1959' y parecía eliminada, pero ha vuelto.
Por ejemplo, en octubre de 2020, se produjeron al menos 11 actos de repudio contra activistas de derechos humanos, que incluyeron violencia física y verbal, indicó el OCDH.
Miembros de grupos sociales como los artistas del Movimiento San Isidro estuvieron entre los más reprimidos.
"Siempre es alarmante que se utilice este mecanismo represivo, pero más ahora, cuando el país atraviesa una delicada situación por la pandemia. Resulta indignante la utilización de ancianos en estos escraches masivos", argumentó entonces Yaxys Cires, director de Estrategia del OCDH.