La persecución contra la periodista independiente Camila Acosta por parte de agentes de la Seguridad del Estado cubano se acrecienta. Una de las perversas estrategias empleadas por los funcionarios del régimen es amenazar, multar y reprimir a quienes les rentan una vivienda.
La reportera denunció a través de un video trasmitido por su perfil en Facebook, que “la policía política me ha dejado en la calle, ha vuelto amenazar a los propietarios de la vivienda donde estaba viviendo y me han desalojado”.
“Es la segunda ocasión que me veo en la calle en menos de un mes y desde febrero hasta la fecha es la quinta mudanza, ocasionada por las presiones de la Seguridad del Estado”.
La también especialista en Comunicación del Club de Escritores y Artistas de Cuba (CEAC) recordó que “los oficiales amenazaron a los propietarios de la vivienda que habitaba desde hacía tres años, le pusieron una multa de 3 mil CUC y les informaron que si no me sacaban perderían la casa”.
“En medio de la pandemia, que las personas se resguardan, yo he dormido en distintas casas, dejando mi equipaje con amigos… Hoy me obligaron a abandonar la vivienda. He estado viviendo como si fuera una fugitiva”, condenó Acosta.
La joven periodista mencionó que durante los últimos diez años ha vivido en La Habana, cuatro de ellos rentada, algo que “no es un delito”. “Mi familia es procedente de la Isla de la Juventud, pero yo llevo muchísimos años rentada, incluso cuando trabajaba con el oficialismo y eso nunca fue un problema. Todo surgió a partir de que empezara a ejercer el periodismo independiente”, puntualizó.
“La Seguridad no permite a nadie que me alquile, aunque no hay ninguna Ley que ampare eso, recurren a esos planes macabros: intimidando a las personas que me rentan. Denuncio ese hostigamiento, que hace que viva huyendo, mudándome…”, dijo la colaboradora del sitio Cubanet.
Acosta precisó que meses atrás el represor identificado como Alejandro, le expresó “muy cínicamente” que todo se debía a que hacía su trabajo “no bien, sino muy bien” y que le aseguró que aumentaría la persecución.
“Ellos lo que quieren es que abandone el periodismo independiente o el país. Les digo, como lo he hecho personalmente, que no voy a hacer ninguna de las dos cosas. Yo nací aquí y tengo derecho como cualquier cubano a permanecer en mi país y ejercer la libertad de expresión. Estudié periodismo y trato de hacerlo de la mejor manera posible y mi responsabilidad social se encuentra realmente haciendo el periodismo independiente, que es como me siento libre, no como cuando trabajaba en Canal Habana y debía hacer las cosas que le interesaban al Partido Comunista”, publicó en las redes sociales Acosta.
Y agregó: “No voy a ceder ante sus presiones. Me han regulado, no puedo salir de Cuba, a no ser que pacte con ellos, pero no me interesa viajar, no me hacen ningún daño. El pasado el 27 de marzo me multaron con el Decreto-Ley 370, la Ley Azote contra la libertad de expresión. Citaciones, amenazas a los familiares, me han obligado a vivir como una fugitiva…”
“Creo que actualmente el periodismo se ha convertido en esa piedra en el zapato de la dictadura. Conocen que la libertad de expresión y prensa es fundamental para las democracias y en este caso para el tránsito hacia la democracia en Cuba. Cada vez somos más los que desde la isla: reportamos, denunciamos, visibilizamos esa verdadera realidad que padecemos todos los cubanos”, concluyó Acosta.