Joven cubano denuncia amenazas en su centro de trabajo por publicar en redes sociales

Un joven cubano fue amenazado en su centro de trabajo por sus publicaciones en redes sociales. Han sido constantes las expulsiones por motivos políticos de centros de estudios y de trabajo durante las seis décadas del régimen que alguna vez se propuso ser una revolución
 

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Un joven cubano fue amenazado en su centro de trabajo por sus publicaciones en redes sociales críticas contra el monopolio estatal de las telecomunicaciones Etecsa, y su activismo en favor de la comunidad LGTBIQ+ entre otras.

El joven, identificado en Twitter como John W. Riter (@joh_wayne7), denunció que este martes lo citaron a una reunión “con la dirección de mi centro de trabajo, donde me llamaron a contar por mis publicaciones en las redes”.

La persecución por opinar en internet -prácticamente el único espacio que tienen los cubanos para hablar de temas y enfoques ausentes de los medios de propaganda-, provocó la ira del joven que escribió un tuit con fuertes palabras en el que aseguró que “una vez más esta mierda de Gobierno me jode”.

Las amenazas en su centro de trabajo consistieron en que, de seguir expresándose en redes sociales, sus opiniones harán “me pueden ir mal” y “que me traerán problemas”.

El usuario @joh_wayne7 asegura en Twitter, por su experiencia con las autoridades cubanas que “este país es una cárcel”.


Respondiendo los comentarios que ha provocado su tuit, explicó que las amenazas fueron sobre todo “por mis publicaciones en Facebook... si ven las de aquí me sancionan y me separan del centro. Aunque yo no me escondo, mi foto es la misma en casi todas las redes”.

El joven cubano afirmó que “el problema es que está demostrado que si trabajas con el estado tienes que pensar como ellos o callarte la boca y tragarte lo que piensas. Mis publicaciones en Facebook no tienen nada de extraordinario, pero exponen una verdad y eso para ellos es inaceptable”.

El usuario Eduardo Clavel Rizo opinó que “eso no es lo peor, sino que un gran sector de la sociedad padece el síndrome de Estocolmo, aman a sus carceleros” del gobierno.

 

Quien sufre el acoso denunció las presiones en su centro laboral, dijo que él no cederá porque “no voy a seguirle el juego a nadie”.

El periodista y académico José Raúl Gallego -víctima también de discriminación por motivos políticos en la Universidad de Camagüey-, compartió en Facebook la denuncia del joven cubano y criticó al régimen castrista por esas acciones, que son habituales: “Un like, un post, un tuit. No importa que el contenido parezca insignificante. Si cuestiona, si se rebela, si rompe el silencio y el miedo es un peligro para un sistema que, para sobrevivir, necesita eliminar la más mínima sensación de libertad y disidencia”.

 

 

Han sido constantes las expulsiones de centros de estudios y de trabajo durante las seis décadas del régimen que alguna vez se propuso ser una revolución. El sistema cubano prohíbe no solo el disenso político, también cualquier opinión que manche la idea de “paraíso socialista” que venden a la izquierda mundial, algo cada vez más difícil con el acceso a internet.

Uno de los casos recientes de mayor difusión, fue el de Omara Ruiz Urquiola, profesora del Instituto Superior de Diseño (ISDI), sobre quien las principales autoridades del Ministerio de Educación Superior han reconocido públicamente que su separación del centro laboral en 2019 respondió a sus “diferencias ideológicas” con el gobierno y el Partido Comunista de Cuba.

 

 

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