El preso Noel López mantiene una huelga de hambre en la prisión cubana conocida como Combinado del Este. Entre sus exigencias para deponer la huelga están su salida del país o la libertad condicional.
La huelga de hambre comenzó el pasado 18 de agosto. López reclama así su salida del país que le prometieron en 2015 o la libertad condicional, que merece desde hace años y no ha recibido.
López, a pesar de la gravedad de su estado, no ha recibido atención médica y actualmente duerme en el piso, según informó Cubanet. Una de las doctoras del plantel sanitario de la cárcel dijo que el prisionero presenta una polineuropatía por falta de vitaminas, y a eso se suma dolor de estómago, ardor y dificultad para orinar. Además, padece de hemorroides y el régimen le niega el agua caliente que precisa para sus baños de asiento.
“Este 7 de septiembre López González fue trasladado al edificio 2 del centro penal. Además, se le permitió comunicarse vía telefónica con su familia, con la intención de persuadirlo para que abandonara su huelga de hambre”, refirió el medio de prensa.
Las autoridades carcelarias de la dictadura, como represalia a su actitud, le han retirado el colchón y por ello duerme en el piso, tampoco le dan pastal dental. Los guardias dijeron que no tiene derecho a esos “beneficios” mientras sostenga su huelga.
En 2007 López fue encarcelado y condenado a 12 años de prisión por “tráfico de personas”. En 2012 le sumaron 10 años más por otro delito que nunca fue probado, a decir de Cubanet. Aún le restan dos años de su penitencia.
López fue condenado a 12 años de prisión en 2007 por “tráfico de personas”. En 2012 le aumentaron 10 años de sanción conjunta por otro supuesto delito que no fue probado, por lo que aún le quedan dos años por cumplir.
“En el mes de agosto le correspondía una revisión de su causa para aplicarle el régimen de mínima severidad, que le fue negado. Según refirió el propio López, aunque aún no se ha concretado, su traslado a un régimen de menor seguridad ya fue aprobado”, informo el medio de prensa antes citado.
Las huelgas de hambre han sido una herramienta de lucha no violenta harto empleada por los prisioneros de conciencia cubanos para ser escuchados y presionar al régimen; que necesita cuidar su imagen pública ante la comunidad internacional, aunque cada día los represores dan menos muestras de humanidad.
A finales de agosto la Comisión Internacional Justicia Cuba decidió iniciar una investigación por crímenes de lesa humanidad contra el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel, según expresó la organización, por su responsabilidad en la muerte del preso político Yosvani Aróstegui Armenteros.
El último opositor fallecido en Cuba tras una huelga de 40 días en la prisión fue Yosvany Aróstegui Armenteros. Hasta su muerte fue miembro del Frente de Resistencia Orlando Zapata Tamayo. En 2016, su nombre formaba parte de la lista de presos políticos difundida tras la visita del expresidente estadounidense, Barack Obama.
