Tras ser arrestada este martes, la Dama de Blanco Gladis Capote fue multada con 2000 pesos por haber rendido un homenaje a los opositores Oswaldo Payá y Harold Cepero la pasada semana en un parque próximo a su vivienda, en el barrio de Párraga, en La Habana.
Según declaraciones de la activista al medio Radio Televisión Martí, durante su detención también fue amenazada con ir prisión por impago de multas. Asimismo, la acusaron de “afear el ornato público” por poner flores en un busto de Martí, donde llevó a cabo el homenaje a Payá y Cepero.
Sin embargo, la Dama de Blanco supone que el verdadero motivo de la represión en su contra se debe a varios carteles en homenaje de los opositores, que aparecieron en su barrio el pasado 22 de julio, en el aniversario de la muerte de Payá.
“Ellos me echan la culpa a mi también de poner los carteles”, asegura Capote. “Por eso me arrestan. Me detiene la Policía política, conjuntamente con la Seguridad del Estado, saliendo yo de mi casa”, contó la activista a Radio Televisión Martí.
“Siempre me dicen lo mismo, que me van a llevar a prisión, porque soy deudora de multas. Dicen ellos que ya voy por 15 000 pesos de multa que le debo al Estado”, agregó.
Capote, al igual que el resto de las Damas de Blanco se niegan a pagar las multas impuestas por el régimen Cubano, que ellas califican de “arbitrarias”.
“Yo les digo que eso lo va a pagar Díaz-Canel, porque yo no tengo por qué pagar nada de eso. Porque yo tengo mi libertad de expresión”, aseveró.
El régimen de La Habana usa las multas y las detenciones de corta o mediana duración, así como las amenazas, como algunas de sus principales armas contra la sociedad civil de la Isla.
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Hace tres semanas trascendió el caso de una persona de la tercera edad, residente en La Habana, que fue multada por la Policía por participar en una actividad antigubernamental consistente en pegar propaganda en contra de la explotación de médicos enviados al exterior por el Gobierno.
Así lo denunció en su página de Facebook el periodista Alexis Pérez Lescailles.
Según el denunciante, Guillermo García Velasco, de 73 años, se dedicaba a pegar pegatinas como parte de una campaña de denuncia de la explotación de galenos por el régimen, pero un “chivato” (informante del Gobierno), ya lo había delatado y fue sorprendido en plena actividad.
Sobre la participación de García Velasco, el comunicador dijo: “¡Estas son las cosas que me hacen sentir orgulloso de la lucha pacífica!”. Compartió además una foto del señor multado y otra con la multa en detalle.
La multa fue por 30 pesos cubanos, poco más de un dólar.