Activista denuncia arresto arbitrario y decomiso de bienes personales en Isla de la Juventud

Hayro Labori asegura que fue también multado con 3.000 pesos y amenazado para que renunciara a publicar en contra de los líderes de la aún pretendida revolución
 

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El opositor cubano y activista por los derechos humanos Hayro Labori, residente en la Isla de la Juventud, denunció el registro y arresto arbitrarios de los que fue objeto a manos de represores policiales el viernes 29 de octubre, jornada en la que además fue multado con 3.000 pesos y le decomisaron varios bienes personales.

En un video compartido este domingo en Facebook, Labori, conocido en su círculo como “el mambí pinero”, alegó que tras entrar en contradicción con los policías fue empujado escaleras abajo y luego montado en una patrulla que lo condujo a un cuarto de interrogación, donde intentaron coaccionarlo e intimidarlo.

Imágenes contenidas en el video muestran a Labori en el suelo del descanso de la escalera tras lo referido por él como un empujón y como un resbalón por los oficiales.

El cubano residente en Miami Marcel Valdés, quien compartió originalmente el video de Labori, escribió en Facebook que el activista recibió varios golpes debido al empujón que sufrió en presencia de su familia.

Labori señaló entre los represores que lo intentaron coaccionar a Wilmer Agniel Martínez Góngora, “uno de los más destacados por su labor represiva contra opositores en la Isla de la Juventud”, según dijo.

En el interrogatorio, agregó, le impusieron el decomiso de su celular y una multa de 3.000 pesos bajo el decreto ley 370, “que estrangula por completo la libertad de expresión”.

“El objetivo era hacerme entender que no puedo publicar nada en contra de los líderes de la revolución cubana”, dijo el opositor, que refirió que al llegar a casa el propio viernes se percató de que los “esbirros” le habían sustraído varios artículos personales. 

Entre estos bienes, siempre según el relato de Labori, había dos laptops, varias memorias USB, un TP-link, un micrófono, dos webcams, una cámara digital, un teclado, audífonos y una bandera cubana.

El decomiso de la enseña nacional fue para el activista “lo más gracioso” del proceder policial. “No podemos tener banderas cubanas colgadas en la pared de nuestras casas”, lo que a Labori le confirma una vez más que en Cuba hay “una férrea dictadura que no acepta oposición ni contradicción”.

El opositor enmarca lo vivido por él en la escalada represiva que sufren disidentes y miembros de la sociedad civil independiente conforme se acerca el 15 de noviembre, día previsto para la “Gran Marcha Cívica” convocada por la plataforma Archipiélago.

“Se acerca el día 15 y la dictadura está tratando por todos los medios de intimidar a todas las personas que sean capaces de manifestarse”, aseveró en su video-recuento de la detención e interrogatorio.

“Sólo me queda decir que somos la resistencia, que realmente queremos un cambio y vamos a luchar por él. Estas cosas no nos amedrentan a los que realmente estamos convencidos”, concluyó.

 

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