La fundación de la Asociación Nacional de Actores de Cuba está siendo impulsada por un grupo de artistas de la isla, que anunciaron este sábado 30 de enero a través de una página en Facebook, la relevancia de “seguir organizándonos como gremio para debatir nuestras problemáticas, defender nuestros derechos y promover la obra artística que realizamos”.
En una declaración emitida en esta red social, donde se invita a los actores y actrices que lo deseen a suscribirse al proyecto, se reafirma la decisión de “continuar el diálogo con funcionarios que no violen principios éticos, ponderen la violencia o justifiquen actos represivos que laceren la dignidad de las personas”.
El pronunciamiento de varios artistas del gremio, se realiza luego de la represión policial y de funcionarios del Ministerio de Cultura, encabezados por el Ministro, Alpidio Alonso, y los viceministros Fernando Rojas y Fernando León Jacomino, contra un grupo de creadores, intelectuales y periodistas independientes que se reunieron al frente de la sede de esta institución para exigir pacíficamente continuar el “diálogo” prometido el pasado 27 de noviembre, sobre el arte independiente y libertades fundamentales en el país.
Según la nota de los actores y actrices publicada hoy, los acontecimientos del 27N los obligaron a "tomar una decisión con vistas al diálogo" y ofrecer su declaración al respecto.
“La unidad de los artistas e intelectuales depende del respeto a nuestra diversidad. De no imponer como política cultural la discriminación, la intolerancia, el pensamiento único o el fundamentalismo. De encontrar consensos para evitar injusticias, excesos y abusos de poder”, precisaron.
Tras la iniciativa de promover la Asociación Nacional de Actores de Cuba, la artista Lynn Cruz, expresó en su perfil en Facebook: “Más que orgullo. Primer gremio que decide organizarse por sí mismo, además de los 32 artistas y periodistas elegidos el pasado 27 de noviembre. Yo firmo”.
A continuación compartimos íntegramente la declaración:
El 27 de noviembre del pasado año, un grupo diverso de artistas, entre los cuales estuvimos algunos de nosotros, se plantaron frente al Ministerio de Cultura para exigir el respeto de las autoridades a sus libertades y derechos. La concentración fue pacífica, respetuosa, cívica y poética. Allí se pactó un diálogo con 30 representantes que se encontrarían con el Ministro en una reunión posterior para seguir avanzando en las discusiones y llegar a acuerdos concretos, con el objetivo, por parte de los creadores, de poner fin a la represión, los actos de repudio, la censura, la difamación y las injusticias reportadas por varios de ellos.
Se buscaba establecer un clima de consenso promoviendo la necesaria garantía legal de los derechos de todos los artistas, respetando la libertad de conciencia, de expresión, de creación, y aportando al crecimiento cultural y espiritual de toda Cuba.
A partir de ese día se desarrollaron acciones contradictorias. Por un lado, se iniciaron reuniones con artistas seleccionados de antemano por las autoridades, donde se replicaron muchas de las demandas presentadas por los representantes del 27N y se plantearon criterios diversos sobre la aplicación de las políticas culturales. Por otro lado, se inició una campaña de descrédito contra varios artistas, promoviendo la exclusión, criminalizando a la prensa independiente y atacando la dignidad de varios colegas.
Los actores y actrices cubanos también fuimos convocados a participar en un encuentro con las autoridades de nuestra área profesional. Aceptamos hacerlo porque apoyamos el diálogo.
Acordamos organizarnos, incluir al mayor número posible de actores, discutir previamente para llegar a consensos, buscar asesoría jurídica, elegir nosotros mismos a los participantes que irían en representación del gremio, así como evitar que el encuentro se convirtiera en otra ronda de quejas, consignas, obviedades y promesas.
Circulamos un documento que logró reunir más de 370 firmas. Y, finalmente, convenimos en la presentación de una sola demanda: la necesidad de crear una Asociación de Actores, con un carácter artístico, gremial, no discriminatorio, democrático y autónomo.
Consideramos que esta Asociación podría encargarse de velar por nuestros derechos, reconocer a los actores y actrices como creadores independientes, representar los intereses del gremio y promover nuestro arte. La discusión no estuvo exenta de contradicciones y críticas, propias de un debate complejo y enriquecedor.
La reunión se realizó el martes 26 de enero en el Pabellón Cuba. Fueron elegidos para representarnos Reinier Díaz, Yunior García, Daniel Triana, Aydana Febles, Yasmany Guerrero, Hamlet Paredes, Reinier Hernández, Yadier Fernández, Maridelmis Marín, Luis Alberto García y Pedro Franco. Un grupo heterogéneo, de varias generaciones, con distintas formaciones profesionales, con presencias diversas en el teatro y en los medios audiovisuales, así como con experiencias de trabajo en disímiles zonas del país.
Por su parte, Fernando Rojas invitó a Lillitsy Hernández, Corina Mestre, Francisco (Pancho) González, Jaime Gómez Triana, Jorge Enrique Caballero, Denys Ramos, Rafael González y Yasser Velázquez.
El diálogo giró en torno a la necesidad de crear la Asociación de Actores o no. Nosotros expusimos nuestros argumentos, discutidos ampliamente con nuestros representados. Algunos de los invitados de Fernando Rojas expusieron sus reservas, arguyendo que ya contamos con un sistema institucional que se encarga de gestionar y tramitar nuestros reclamos e inquietudes. No obstante, consideramos que no existe ninguna asociación en Cuba que agrupe específicamente a los artistas del gremio, expresamos que abundan las inconformidades con las agencias de representación existentes, y planteamos nuestro deseo de asociarnos con una estructura y un reglamento propios. Finalmente, se acordó presentar una solicitud formal y continuar discutiendo en una asamblea más amplia todo lo relacionado con la Asociación.
Lea también
Al día siguiente, 27 de enero, ocurrieron hechos alarmantes frente al MINCULT que nos obligan a tomar una decisión con vistas al diálogo y ofrecer nuestra declaración al respecto.
La unidad de los artistas e intelectuales depende del respeto a nuestra diversidad. De no imponer como política cultural la discriminación, la intolerancia, el pensamiento único o el fundamentalismo. De encontrar consensos para evitar injusticias, excesos y abusos de poder.
Los representantes que impulsamos la iniciativa de la Asociación de Actores rechazamos la violencia en todas sus formas. Respetamos el derecho de todos a expresar sus demandas. Reconocemos la manifestación pacífica como un derecho cívico y humano. Nos oponemos a políticas agresivas, discriminatorias y excluyentes. Y nos solidarizamos con otros artistas que luchan por hacer respetar sus libertades creativas y ciudadanas.
En la noche del 29 de enero, en el programa "Palabra Precisa" conducido por el periodista Lázaro Manuel Alonso, se habló de diálogo y se mencionó en varias ocasiones a nuestro gremio. Creemos que habría sido más provechoso escuchar las opiniones no solo de dos de los actores invitados por Fernando Rojas al encuentro sostenido el día 26 sino también a algunos de los representantes que impulsaron en la misma, el proyecto de Asociación. La unidad del gremio no debe desconocer nuestra diversidad.
Por tanto, decidimos:
1- Seguir organizándonos como gremio para debatir nuestras problemáticas, defender nuestros derechos y promover la obra artística que realizamos.
2- Continuar el diálogo con funcionarios que no violen principios éticos, ponderen la violencia o justifiquen actos represivos que laceren la dignidad de las personas.
Todos los actores y actrices que lo deseen pueden suscribir esta declaración en los comentarios de esta publicación.
Firmamos la presente:
Aydana Febles
Daniel Triana
Hamlet Paredes
Luis Alberto García
Maridelmis Marín
Pedro Franco
Reinier Díaz