Cubana sobre el "ordenamiento": "no puedo poner el split ni ir a un restaurante como antes"

La "Tarea Ordenamiento" y el paquete de medidas económicas vinculadas a ella han resentido la economía familiar de no pocos hogares cubanos. Los altos precios de los principales bienes y servicios y los productos básicos empezaron desde el Estado y ahora se fomentan en el sector privado.
Cubana critica Tarea Ordenamiento. Foto: Diario de Cuba
 

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La "Tarea Ordenamiento" y el paquete de medidas económicas vinculadas a ella han resentido la economía familiar de no pocos hogares cubanos. Los altos precios de los principales bienes y servicios y los productos básicos empezaron desde el Estado y ahora se fomentan en el sector privado.

Una cubana entrevistada por el medio estatal Juventud Rebelde dijo “Ya no puedo poner el split ni ir a un restaurante como antes; no puedo ir a las tiendas en MLC porque cuando sacan algo se abarrotan, aunque tengo algo de dinero en la tarjeta; y no hay casi nada en las que antes vendían en CUC”.

Yamina Ríos tambien dijo al periódico que en su hogar disponen de tres salarios, su jubilación y los ingresos de su esposo e hijo, aun así no puede disfrutar de comodidades que tenía antes del famoso y temido “Día Cero”.

Esta holguinera también debe comprar medicamentos a altos precios. Por la vitamina Nutriforte y diez ámpulas de Truabin pagó 398 pesos que son necesarias para las patologías que presenta.
 

En toda Cuba la historia se repite, muchos ciudadanos han tenido que minimizar gastos ante el costo alto de la vida. Es el ejemplo de Madelín González quien trabaja como educadora en un círculo infantil.

González tuvo que cerrar varios contratos como el de la mensajera de los mandados porque esta subió sus precios, también canceló su convenio con tres de los cuatro periódicos que recibía por parte de Correos de Cuba y se ha limitado con los horarios para ver televisión.

“Si sigo con el ritmo anterior, puedo sobrepasar los 200 pesos en el pago de la electricidad e igual cantidad en la factura de teléfono. Como ver novelas durante horas no es imprescindible, puedo ajustarme a la nueva realidad”, dijo la mujer.

Evidentemente el incremento de cada tramo de la tarifa eléctrica fue una de las medidas menos populares del régimen. A pesar de la pequeña disminución que el Estado dispuso después de las quejas las facturas son elevadísimas en varias viviendas.

Pero las opiniones continúan en el medio estatal. Por su parte la cienfueguera Claudia Hernández, trabajadora de Turismo optó por no comprar especias naturales pues en el mercado informal, donde único se adquieren, los precios son abusivos.

Ella asegura que no puede pagar el ajo. En la capital de Cienfuegos los vendedores ambulantes las comercializan hasta en 500 pesos en dependencia del tamaño.

Hernández vive con su abuelo y asegura que “350 pesos por una pata de ajo es demasiado. Calculé unas tres libras semanales de carne de cerdo, y solo eso representa unos 700 pesos, de los casi 2 000 que me quedan después de pagar lo indispensable”.

En medio de todo esto el régimen sigue ignorando la crisis generalizada y la escasez que prima en cada territorio. Mientras, organiza campañas y emplea fondos para difamar a los artistas, intelectuales, periodistas y opositores que disienten de sus políticas. 

 

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