Una madre cubana dijo sentirse desamparada por el Estado porque ninguna institución le ha apoyado con su hijo que sufre una severa discapacidad, y ella debe hacer malabares para poder sostenerlo a él y a sus otros tres hijos, en Santiago de Cuba.
“Dicen que en Cuba no dejan a nadie desamparado, pero yo me siento desamparada”, narró angustiada Yanira Montero, en un video subido en YouTube.
Agregó que ella no tiene un buen nivel escolar para encontrar un trabajo mejor remunerado y “aunque lo tuviera ¿quién me va a cuidar a mi hijo?”, se preguntó, refiriéndose a Rafael Montoya Montero, que aparece a su lado en el video.
Rafael tiene 25 años y sufre de microcefalia con una encefalopatía y atrofia cerebral. “Tienen miles de dificultades”, dijo.
“Este niño no recibe ayuda, le dan la chequera y cuando les da la gana se la quitan, no tengo ayuda de ninguna manera, tengo que estar pasando trabajo, lavando, haciendo trabajitos por ahí para poder mantener a mi hijo”, contó esta madre soltera.
Dijo que cada vez que va a ver la chequera los encargados siempre “ponen un cuento, por cualquier cosa se la quitan, no puedo salir a hacer un trabajo por ahí porque dicen que se la tienen que quitar, no puedo tener marido porque dicen que se la tienen que quitar”.
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“Ya estoy cansada, no sé a dónde dirigirme, a donde quiera que voy no me dan una respuesta que me convenza, he ido a San Francisco, ahí lo maltratan a uno”, detalló.
Agregó que cuando su hijo nació, en 1995, le dijeron que él tenía que tener una ayuda de tiempo completo, “pero no ha sido así”.
“Cada vez que le van a dar algo le quitan la chequera y no recibe nada, ya no sé qué hacer, no sé a dónde dirigirme, ya ven la situación de mi niño: se orina, se hace caca encima, no hay salario… y debo tener que lavar (ropa de otras familias) todos los días, le quitan su chequera y no pasa nada”, aseveró.
“Mi delegada me ha querido ayudar pero me dice que no puede hacer nada, me siento perdida, con esta situación del covid-19 tampoco ha venido nadie a ver a mi hijo”, denunció.
Aseguró que su hijo no tiene derecho a recibir pampers porque para eso él debería estar postrado encama, y Rafael no lo está, pero debido a la severidad de su discapacidad “no puede ir a la escuela porque se defeca”.