Madre cubana explota contra el régimen: “No quiero hablar más de continuidad”

"No quiero hablar más de continuidad, ni corazón, ni la cabeza de un guanajo. La gente quiere comer, llegar a casa y comerse un plato de comida trabajado", dijo Amelia Calzadilla
 

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Amelia Calzadilla, una joven cubana madre de tres hijos, arremetió este jueves en redes sociales contra los dirigentes del régimen cubano, por las penurias que pasan las familias cubanas mientras el Estado “socialista” continúa levantando hoteles para el turismo extranjero.

De profesión traductora, Calzadilla comenzó una transmisión en directo por Facebook que se hizo viral, culpando al ministro de Energía y Minas, Nicolás Liván Arronte Cruz, por el alto costo que ella debe pagar cada mes por el servicio eléctrico. Como su familia no tiene acceso al gas, se ven obligados a cocinar todo con electricidad, y cuando hay apagones sus pequeñas no van a la escuela “porque no tengo con qué cocinar”.

Según la joven, desde que en julio de 2021 el gobierno elevó las tarifas del servicio eléctrico en el país, en su vivienda deben pagar hasta 6 000 pesos. “Hace 10 años, los edificios que hicieron en Calzada de Buenos Aires y Consejo Arango [La Habana] ni al ministro de Energía y Minas ni a nadie le importó que tuvieran gas”.

Amelia Calzadilla explotó contra el titular de Energía y Minas, pero su denuncia fue más allá y terminó señalando a los principales dirigentes del régimen comunista: “¿Los recursos no son del pueblo? ¿No es eso lo que dice la empresa estatal socialista y toda la bobería esa...? ¡Hasta cuándo el pueblo va a seguir pagando las comodidades de ustedes!”

La madre y profesional dijo estar consciente de que podía ser reprimida, pero “ya no me interesa que venga a búscame la policía o el DTI [Departamento Técnico de Investigaciones], no me importa porque yo no le robo a nadie ni vivo con lo que me da nadie, estoy hasta la coronilla”.

También cargó contra el mandatario Miguel Díaz-Canel, designado en 2018 por el general Raúl Castro para sustituirlo al frente del Partido Comunista y la Presidencia de Cuba.

“Díaz-Canel, dijiste que ibas a vender el dólar a una moneda única de 24 pesos, y hoy yo pago el dólar a 110 pesos cubanos para que mis hijos lleven merienda a la escuela. Saben qué, no van a estudiar más, y no me importa. ¡Ven a llevarme presa!”

La joven asegura estar cerca de enfermarse de los nervios, ya que no tiene cómo garantizar a sus hijos juguetes, zapatos, comida y medicinas. Para cubrir algunas necesidades básicas depende de la ayuda de su familia en el extranjero. Además, ni se consiguen medicamentos para calmar los nervios.

“¿Cómo es que están levantando hoteles?”, cuestionó Amelia Calzadilla, apuntando al principal sector donde el régimen invierte, a través del conglomerado militar Gaesa.

“¿Inversión extranjera? Pues inviertan en las empresas públicas. La gente quiere pincha, quieren que le paguen en dólares que es lo que mueve el mundo. No quiero hablar más de continuidad, ni de corazón, ni de la cabeza de un guanajo. La gente quiere comer, llegar a su casa y comerse un plato de comida trabajado porque yo no quiero que me lo regalen”.

Además, arremetió contra la esposa de Díaz-Canel, Lis Cuesta, quien desde marzo publica en Twitter sin cesar tratando de ensalzar al gobernante, lo que le ha merecido el rechazo de los cubanos.

“Lis, tu opinión no cuenta, tu nieto no me importa, tu vida no me importa, si amas a Díaz-Canel o no, o te lo tiras o no, no nos importa”, dijo la joven madre.

“Lo que nos importa es que no queremos hacer más colas para el pollo, que es una mierda, no alimenta, ni para el perrito, ni para el picadillo. Queremos vivir con dignidad, con decoro. ¿Hasta cuándo? La gente, cuando no trabaja se le bota por falta de idoneidad y ustedes no son idóneos. No lo son”.

Amelia Calzadilla invite a los ciudadanos a unirse para exigir sus derechos: “Mi pregunta va para el pueblo. Pueblo de Cuba, madre cubana que te levantas por la mañana como yo, preocupada de que te quiten la luz, que no sabes qué le vas a dar de comida a tus niños al final de la tarde cuando lleguen de la escuela, que no sabes de dónde pudiste sacar dinero para comprar una mochila en 5000 pesos. A ti, yo te pregunto, ¿cuánto más vas a aguantar? Porque yo no aguanto más”.

 

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