“Esto es culpa del bloqueo yanqui”—, dice Narciso, natural de Puentes Grandes, el último en la cola de 5ta y 112, una de las tiendas habilitadas para comprar con tarjetas magnéticas en divisas. Las ventas a través de la nueva modalidad comenzaron este lunes.
“El país ha tenido que hacerse el haraquiri y retomar el dólar, porque Trump nos está asfixiando”, agrega el señor.
Narciso quiere comprar un refrigerador este segundo día de abiertas las tiendas. “Ayer había mucha gente y no hice la cola, pero me dijeron que se habían acabado los refrigeradores medianos, entonces me voy a comprar uno más pequeño, pero que es mil veces mejor que el Haier que tengo en casa, que ya no da más”.
Como Narciso, otros en Cuba culpan al imperialismo por la actual crisis y desean que acabe ya el período de gobierno de Donald Trump, para ver si por lo menos la Casa Blanca afloja su política de mano dura.
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Luis Rivas, profesor de Educación Física de una escuela primaria y vecino de Atabey, cuenta que es la segunda vez que viene a ver los equipos. Pero hoy no lo dejaron entrar.
“Ayer me hice el sueco y entré, como si fuera a comprar, pero solo quería ver los refrigeradores de cerca. Abrí uno, gigante, casi me metí adentro. Lo toqué, como si fuera mío, y profeticé que un día tendría uno como ese. Hice lo mismo con una lavadora y después con un split. Hoy traje a un hermano de la Liga Evangélica para que hiciera lo mismo, pero no nos dejaron entrar. Exigen mostrar en la puerta la tarjeta. Y claro, nosotros no tenemos”.
En el parqueo, tres camiones esperan por clientes. Ayudan con la carga, la amarran y salen disparados a las entregas, para regresar por nuevos viajes. Ernesto, de 70 años y dueño de una camioneta, dice que está “haciendo el pan”.
“Ojalá estas tiendas duren todo el año, porque estoy haciendo buena plata. Todo el que viene a comprar aquí es gente de dinero y no regatea por el viaje. Mi mujer trabaja en un banco, sabía de esto porque veía a mucha gente abriendo cuentas en dólares, sobre todo familias de dirigentes que filtraron la información. Me dijo ‘Nesty’: prepara el cacharro que vas a hacer dinero... Y es verdad”.
Las opiniones que más se repitieron entre los entrevistados, fueron la buena acogida de los precios y el hecho de quitarle la búsqueda a las mulas. Evaristo Tejeda, del reparto Ramirito, ya tiene un frízer sobre la camioneta de Ernesto y ayuda a amarrarlo.
“Con una mula esto me hubiera costado el doble. Además sin una garantía por un desperfecto”, expresa.
Los establecimientos de la capital donde comenzaron este nuevo tipo de ventas por tarjetas respaldadas por cuentas en “moneda dura” (dólares, euros, libras esterlinas…), han vivido el mismo espectáculo en sus primeros dos días de funcionamiento. Largas colas, fuerte presencia policial y opiniones desatinadas como la de Narciso, el de Puentes Grandes, que una hora después ha podido avanzar solo unos pasos, el sol le da en la cara, el sudor le corre por todo el cuerpo, y sigue culpando a Trump porque la cola no avanza…
La propaganda mediática realizada por el Partido Comunista de Cuba (PCC) se encarga de culpar a Trump y a su gobierno de todos los descalabros económicos. Pero las verdaderas razones del descontento del pueblo radican en la pobreza crónica de Cuba que no se puede atribuir de ninguna manera a causas externas, como el embargo estadounidense, sino al monumental fracaso del modelo económico comunista y al bajísimo poder adquisitivo del salario real en la isla.