Una supuesta “arenilla” detectada en el pan que les vende el Estado cubano a los pobladores de la Isla de la Juventud es, en realidad, trigo que no fue bien molido, asegura Yunior Rojas Marrero, director de la Empresa Municipal de la Industria Alimentaria.
“Nos han llegado algunas quejas sobre el pan que está saliendo a comercializarse con una arenilla en la masa”, reconoció Rojas Marrero, en declaraciones a la televisión del territorio antiguamente conocido como Isla de Pinos, al sur del archipiélago cubano.
“Los técnicos de calidad nuestros empezaron a detectar esta situación, cogimos muestras del propio pan y de la harina y les hicimos análisis. También estuvimos llamando al ministerio nuestro y comunicándonos con otras provincias”, explica el funcionario, entrevistado por el telecentro estatal Islavisón.
Según Rojas Marrero, “la información que nos dieron fue que en los meses de abril y mayo [pasado] entró un barco con una harina turca que al molerse no granuló. Es decir: la graduación del granulado del trigo en el molino no produjo el polvo exactamente como debe ser el de la harina” para elaborar pan.
Por esta razón, alega el funcionario, la harina que están utilizando en la isla “contenía partículas del propio trigo”. Sin embargo, “con los análisis que se le hicieron, [nos respondieron que] está apta para el consumo”.
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Rojas Marrero agrega que el problema del trigo turco que no fue bien molido “está bastante propagado” en la Isla de la Juventud y que “no sabemos la cantidad que recibió” el territorio. Por esta razón el director de la Empresa Municipal de la Industria Alimentaria no dijo hasta cuándo los consumidores podrán encontrarse con la “arenilla” de trigo al comerse un pan.
Durante el mes de agosto se hizo habitual ver a usuarios de redes sociales quejándose de dificultades para comprar pan en varias ciudades del país. En La Habana la producción de ese alimento disminuyó por la escasez de harina, según informó el periódico estatal Tribuna de La Habana.
Julio Martínez Roque, coordinador del Gobierno de La Habana, confirmó que “se ha decidido reducir el consumo de harina en la capital”. El funcionario justificó la escasez de pan con los “atrasos ocurridos con el arribo [al país] del trigo y la harina, y los altos precios que tienen hoy en el mercado los servicios marítimos”.
Sobre la escasez de pan en las últimas semanas, el Ministerio del Comercio interior se pronunció el 1ero de septiembre asegurando que cuenta con la harina para la elaboración del pan de la canasta familiar normada “para toda la población”, aunque dejó abierta la posibilidad de “afectaciones de los horarios de ventas” por “interrupción del fluido eléctrico o transportación de la materia prima”.