Vandalizan casa de Humberto López en Matanzas

“Alguien del pueblo humilde y explotado arroja chapapote contra la vivienda de Humberto López y de inmediato aparecen muchos policías", informó en redes el opositor José Daniel Ferrer.
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La casa del presentador Humberto López en Colón, Matanzas, fue agredida por personas desconocidas, informó este 3 de mayo el opositor José Daniel Ferrer.

“Alguien del pueblo humilde y explotado arroja chapapote contra la vivienda de Humberto López y de inmediato aparecen muchos policías y hasta perros”, declaró el líder de la Unión Patriótica de Cuba.

También afirmó que, cuando las viviendas de los opositores sufren agresiones semejantes, la policía “no viene a investigar”.

López, presentador de la televisión cubana, es el periodista encargado de anatemizar a opositores y artistas independientes ofreciendo información dudosa, ya que no ha podido comprobarse y constantemente es denunciada como manipulación.

Durante el VIII Congreso del Partido Comunista de Cuba, López ingresó al Comité Central de la institución. Periodistas independientes catalogaron este hecho como un premio a su lealtad política y un señalamiento velado a las críticas vertidas contra él en la prensa opositora.

En abril, recibió junto a Lázaro Manuel Alonso, también implicado en la campaña de ataques contra opositores, la distinción “Proeza Laboral”, otorgada por la oficialista Central de Trabajadores de Cuba.

En marzo, la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), concedió a López el “Premio a la Dignidad”, en principio, por hacer “buen periodismo”.

El dramaturgo Yunior García, uno de los jóvenes artistas que participó en las protestas frente al Ministerio de Cultura y que ha sufrido las acusaciones de López, declaró sobre el Premio: “la UPEC ha premiado el cinismo, la distorsión maliciosa, el sarcasmo, la falta de objetividad, la calumnia, la paranoia, el odio y las acusaciones infundadas”.

“Humberto López podrá ser considerado el vocero oficial de los órganos de la Seguridad del Estado. Un testaferro de la línea dura y el conservadurismo radical. Un showman del oficialismo. Un Otto Meruelo contemporáneo. Un Leopoldo Ávila del nuevo quinquenio. Pero está muy lejos, a años luz, de la palabra DIGNIDAD y del noble oficio de ser periodista”, concluyó García.

 

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