Un año de prisión fue la sanción impuesta recientemente a una viajera que incumplió deliberadamente con las medidas sanitarias establecidas en Cuba contra la COVID-19, según informan medio oficiales.
Otras sanciones han tenido curso y “se mantendrá la imposición de la ley para quienes no actúen de manera consecuente con lo establecido”, agregó Canal Caribe, que hace mención a la manera en que se aplican estas medidas legales en Matanzas.
En el municipio Cárdenas, al menos 100 personas han sido penadas por el delito de propagación de epidemias, todas relacionadas con la celebración de actividades festivas, el no uso de la mascarilla facial y aglomeración de personas en espacios públicos.
Más del 70% de los juzgados han sido sometidos a penas de privación de libertad, en otros casos se les han puesto penas subsidiarias —conocidas como sanciones “de la casa al trabajo”— y también multas de diversa cuantía.
Esta es la política que sigue el gobierno cubano para detener el tercer brote de la pandemia en la isla, que hasta ahora es el más peligroso, con cifras que, la víspera, rondaron los 800 casos de coronavirus diarios, un nuevo récord.
Recientemente, en Santiago de Cuba, también fueron condenados a prisión varios cubanos que llegaron de visita a esa provincia oriental. Según publicó la Agencia Cubana de Noticias (ACN), se trata de tres viajeros que estuvieron en contacto con decenas de personas y generaron “una situación epidemiológica compleja”.
Los dos primeros, cuyos eventos de contagio de COVID-19 siguen activos, fueron en el municipio Songo La Maya.
A ambos se les sancionó con ocho meses de privación de libertad, pero uno de ellos fue subsidiado por limitación de libertad.
Por su parte, un viajero residente en la cabecera provincial, que generó 29 contactos tras supuestamente al violar el aislamiento, fue sancionado a 10 meses de privación de libertad.
De acuerdo con datos oficiales, desde el inicio del actual rebrote de COVID-19 en esa ciudad se han radicado 142 denuncias contra 179 acusados por violar de las regulaciones establecidas para contener la propagación de la pandemia.
El régimen cubano indicó reducir a partir del 1ero de enero las frecuencias semanales de vuelos provenientes de Estados Unidos, México, Panamá, Haití, República Dominicana y Bahamas.
Según el gobierno, el 70% de los casos reportados durante las últimas semanas serían personas llegadas del extranjero.