Tras destruir cría de vacas en Camagüey, régimen revisa plan ganadero

El sistema estatal no garantiza la cría y comercialización de reses. Está renuente a destrabar a los ganaderos privados, por muy pequeñas que sean sus propiedades, pero sigue escenificando el teatro de que puede levantar la producción agropecuaria
Imagen que muestra a Fidel Castro en un campo de vacas. Ilustración: Martínez, para El Confidencial
 

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En Cuba la carne de res es un verdadero lujo que puede costar la cárcel durante varios años, por venderla o comprarla ilegalmente, aunque el régimen la oferta solo en sus nuevas tiendas en dólares. El principal responsable es la dictadura, con su talento para derruir todo sector económico de la isla.

El sistema predominantemente estatal no garantiza la cría y comercialización de estos alimentos. Está renuente a destrabar a los ganaderos privados, por muy pequeñas que sean sus propiedades, pero sigue escenificando el teatro de que puede levantar la producción agropecuaria.

Este fin de semana, José Ramón Machado Ventura, el número dos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Salvador Valdés Mesa, vicepresidente del gobierno de Díaz-Canel, presidieron una reunión en Camagüey sobre “nuevas inversiones para las producciones de leche y ceba vacuna”, informó el periódico oficialista Adelante.

Según la prensa estatal, dicho plan “abarcará 105 cooperativas del sector campesino y estatal de la mayor provincia del país” que, aunque era la más importante en la ganadería antes del castrismo, hoy sufre similares penurias que toda la nación.

En el encuentro de los jerarcas castristas con vaqueros y dirigentes del Ministerio de la Agricultura (Minag) y la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), se examinó “aciertos e inconvenientes de la aplicación hasta la fecha del Proyecto Gubernamental Cooperativo Ganadero (Prodegan)”, en una treintena de fincas de Guáimaro, Jimaguayú, Sibanicú y Camagüey, los cuatro municipios escogidos para la primera etapa de implementación.

El titular del Minag, Gustavo Rodríguez Rollero, explicó que el plan financiado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) de Naciones Unidas, incluye un crédito de 51 millones de dólares “a pagar con resultados económicos”. Sin embargo, su entrega a los productores presenta atrasos por “irregularidades de entidades centrales de ese ministerio debido a imprecisiones y demoras en la adquisición de equipos, tecnologías agrarias y otros recursos”.

Según el medio estatal, los recursos entregados en Camagüey se han debido usar primero para “limpiar de marabú los potreros”, sembrar moringa y “mejorar los pastos y aguadas”.

Como es tradicional en los dirigentes castristas, el vicepresidente Valdés Mesa, insistió en no esperar dinero de arriba y “trabajar con los medios disponibles” para cumplir los planes de leche y carne. Luego de destruir la ganadería en Camagüey, llama a los campesinos a “resolver esos viejos problemas de los pecuarios”.

Como evidencia de que la crisis del sector pecuario no es responsabilidad, esencialmente, de los campesinos, sino del gobierno, este mismo fin de semana se conoció que en la occidental provincia de Pinar del Río (al otro lado del país) tampoco hay estabilidad en carne de res, leches y derivados, por lo famélicas que están las vacas.

“Hasta el momento, la producción de carne de cerdo se encuentra muy limitada debido al déficit de alimentación animal, por lo que se incursiona en la cría de cerdos capa oscura, con menos demanda en el balance nutricional y también existen incumplimientos en el aporte de carne vacuna, ocasionado fundamentalmente por el bajo peso de los animales a sacrificar”, declaró Mario Gómez Marrero, funcionario del Ministerio de la Agricultura (Minag) en Pinar del Río, al periódico oficialista Guerrillero.

 

Imagen de portada: Ilustración de Martínez, tomada de El Confidencial

 

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