Agentes de la Seguridad de Estado mantienen bajo estricta vigilancia la casa de Anyell Valdés Cruz, una cubana “de a pie” de gran conciencia cívica, pues estuve acuartelada en la sede del Movimiento San Isidro hasta el último minuto.
En un post compartido por la profesora y opositora Omara Ruiz Urquiola, se observa una foto que tomó Valdés en la que aparece el agente apostado fuera de su casa. Ruiz Urquiola denunció este acto de hostigamiento y exigió el cese de los operativos policiales contra los manifestantes pacíficos.
Este 2 de diciembre la policía detuvo también a la activista Iliana Hernández cuando se dirigía en son de protesta al Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT).
Hernández había posteado la víspera fotos del dispositivo de seguridad que rodeaba su casa y aseguró a ADN Cuba que este 2 de diciembre iría a la sede del ICRT a exigir derecho a réplica por la campaña de descrédito contra el Movimiento transmitida a través de los medios de comunicación del régimen.
La activista, quien se encontraba en huelga de hambre durante varios días en la sede del Movimiento San Isidro, fue conducida a su casa luego de que, en la noche del jueves, agentes al servicio del castrismo entraran vestidos de médicos a la sede de Damas 955 y desarticularan al grupo de manifestantes que exigían la liberación del rapero Denis Solís.
En horas tempranas de la mañana, cayeron en manos de la Seguridad de Estado el artista y activista Luis Manuel Otero, y a pareja, la curadora Claudia Genlui.
"Acaban de llevarse detenidos a Luis Manuel Otero Alcántara y Claudia Genlui Hidalgo", denunció el escritor de ficción y periodista Carlos Manuel Álvarez. Según el también director del medio independiente El Estornudo, Genlui había ido a acompañar a Otero a una casa en 7ma y 32 (La Habana), y fueron arrestados arbitrariamente en los bajos del domicilio.
Otero Alcántara es uno de los líderes del Movimiento San Isidro, que se opone al Decreto 349 y exige libertades en Cuba. Integrantes y aliados de este grupo, protagonizaron en las últimas semanas una serie de acciones de protesta pacífica que incluyó huelgas de hambre, siempre bajo constante acoso y represión policial.