El gobierno de Rusia donó recientemente cinco millones de dólares al Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas en Cuba, los cuales se destinarán al proyecto “Apoyo a la alimentación escolar sostenible” y al perfeccionamiento a la producción local de alimentos en la isla.
Del donativo y la firma de su Acta de Comparecencia, ocurrida este jueves 5 de noviembre, dieron cuenta los medios oficialistas, según los cuales la iniciativa solidaria y de cooperación de la federación rusa beneficiará a la región oriental del país y de manera directa a más de 16 000 personas, entre ellas niños de la enseñanza primaria y adultos mayores.
“Actualmente están en ejecución o se inician en alianza con el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y las autoridades cubanas tres proyectos con el financiamiento ruso por un monto total de 3,5 millones”, precisó en el acto de firma del Acta el embajador ruso en Cuba, Andrei Guskov.
Según detalló, en declaraciones citadas por un reporte del Sistema Informativo de la Televisión Cubana al respecto, los proyectos están destinados a “fortalecer la capacidad de adaptación para enfrentar la sequía en Santiago de Cuba, generar oportunidades de empleo para jóvenes en sectores priorizados en Guantánamo, e incrementar la resiliencia urbana ante los riesgos de desastres en La Habana”.
La viceministra primera del Ministerio de Comercio Exterior de Cuba, Ana Teresita González, destacó por su parte que el volumen de intercambio comercial entre ambos países hace de Rusia el segundo socio comercial de la isla en Europa y el quinto a nivel mundial.
“Durante la situación provocada por la pandemia hemos mantenido nuestros históricos lazos de amistad y cooperación”, dijo la funcionaria del régimen en el acto, el cual estuvo presidido por el representante del PMA en Cuba, Paolo Mattei, el embajador Guskov y el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera de Cuba, Rodrigo Malmierca.
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Cuba atraviesa una severa crisis económica desde hace años que ha sido acentuada por los efectos de la pandemia de coronavirus y las medidas restrictivas que ésta ha obligado a adoptar como el cierre al turismo, una de las principales fuentes de ingresos del país.
Uno de los síntomas más visibles de la agudización de la crisis ha sido la escasez de alimentos y artículos de primera necesidad, por lo que el donativo ruso es celebrado y agradecido por el régimen en tanto puede contribuir a paliar en cierta medida los efectos adversos de la crisis en los proyectos y territorios mencionados.
Sin embargo, en numerosas ocasiones activistas y opositores han denunciado malos manejos de los donativos por parte del régimen. Acusan que los utiliza sin la transparencia requerida y para menesteres muchas veces distintos de aquellos para los que fueron recibidos, y que en no pocas ocasiones artículos de donación son comercializados en las cadenas de tiendas a las que no pueden acceder muchos cubanos.