El senador cubanoamericano Marco Rubio celebró el 27 de abril la medida cautelar de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a favor del periodista independiente cubano Yoel Suárez y su familia, víctimas de acoso.
“El periodista independiente Yoel Suárez, ha sido víctima de la ola represiva del régimen de Castro y Díaz-Canel por el simple hecho de contar la verdad. Importante decisión de la CIDH de brindarle una medida cautelar a favor de Suárez y su familia”, declaró el político en redes sociales.
La CIDH, organismo de la Organización de Estados Americanos (OEA), consideró que Suárez “se encuentra en una situación de gravedad y urgencia, puesto que sus derechos a la vida e integridad personal están en riesgo de daño irreparable”.
Por estas razones, solicitó al régimen cubano que “adopte las medidas necesarias para proteger los derechos a la vida e integridad personal del señor Yoel Suárez Fernández y su núcleo familiar”.
Además, se pronunciaron a favor de que Suárez “pueda desarrollar sus actividades como periodista independiente sin ser objeto de actos de violencia, intimidación, hostigamientos y detenciones en el ejercicio de sus labores. Lo anterior incluye la adopción de medidas para que pueda ejercer su libertad de expresión”.
El 26 de marzo ADN Cuba informó sobre la solicitud de medidas cautelares para Suárez, hecha por Global Liberty Alliance (GLA) ante la CIDH.
“El Sr. Suárez y su familia han estado sufriendo detenciones, acoso y amenazas durante el último año”, denunció la GLA en su misiva.
Según el reglamento de la OEA, el mecanismo se aplica en situaciones de gravedad y urgencia “que presenten un riesgo de daño irreparable a las personas”, por lo que la Comisión podrá “solicitar que un Estado adopte medidas cautelares”.
El joven escritor, abiertamente crítico del gobierno cubano, es acosado por la Seguridad del Estado. Uno de los momentos más tensos en la historia de arbitrariedad contra Suárez ocurrió en mayo del 2020, cuando lo secuestraron con los ojos vendados y bajo amenazas, llevándolo a un interrogatorio en lugar desconocido.
Contó que le propusieron “que trabajara en la misma trinchera que ellos para lograr cambios, pero sobre la base del sistema”, a lo que se negó categóricamente.
Su esposa, la también periodista María Antonieta Colunga fue interrogada y presionada a principios de marzo del 2021 por agentes del Ministerio del Interior.
De acuerdo con la comunicadora, el interrogatorio duró aproximadamente 30 minutos, con dos agentes de la Seguridad de Estado, que mayormente le preguntaron por el actual empleo de Colunga en la institución religiosa Cáritas, y por el trabajo de su pareja.
A mediados de marzo, Suárez volvió a recibir amenazas de las autoridades castristas en un interrogatorio, específicamente, por el nuevo Jefe de Sector Policial de Miramar, en La Habana. El periodista detalló que el oficial le “aconsejó” que pensara lo que dice y publica en contra el régimen en sus redes sociales, porque podría enfrentar “consecuencias”.