La estatal Agencia de Representaciones Artísticas “Caricatos” arremetió contra los medios independientes cubanos y los admiradores del diseñador Raúl Castillo, que denunciaron la precariedad en la que vive el conocido artista, enfermo y sin los recursos para sobrellevar sus difíciles condiciones.
El 11 de mayo ADN Cuba informó sobre el estado de Castillo quien, según Periódico Cubano, ha sufrido amputaciones en las piernas producto de la diabetes y hace mucho tiempo quedó apartado del circuito de la moda.
También el conocido locutor y presentador cubano Rolando Zaldívar, mostró la difícil situación, pidiendo ayuda y con una fotografía que evidencia la pobreza en la que vive el artista.
“Ayudemos con lo que se pueda al diseñador —comentó en redes sociales Zaldívar—. Desde Miami agradezco todas las atenciones médicas que en mi país le brindan. Pero una buena alimentación es necesaria (...) Las personas que puedan y quieran contribuir llamar al número 78313307 en La Habana”.
La noticia fue una de las más leídas por esos días, y cientos de cubanos lamentaron las vicisitudes de Raúl Castillo, otrora un habitual en los medios de prensa gubernamentales y actos oficialistas. Luego de esto, instituciones del régimen al parecer se acordaron del modista y lo utilizan para atacar a quienes se solidarizaron con él.
Caricatos es una entidad oficialista, regentada por el Consejo Nacional de las Artes Escénicas (CNAE), y por ende bajo el mandato del director del CNAE, Fernando Rojas, conocido funcionario castrista y viceministro de Cultura. En la página oficial de la agencia, tildaron de “manipulación en medios independientes liderados por ADN Cuba” las informaciones sobre Castillo.
Luego de la repercusión de la noticia en medios independientes, Caricatos salió a alabar a Castillo como uno “de los más activos [diseñadores] y siempre dispuesto a llevar su arte de manera diáfana y con un sello muy personal; (…) un referente en el mundo de la moda y, por tanto, su trabajo y talento ha sido mostrado en disímiles espacios de Cuba y fuera de esta”.
El régimen por esa vía aseguró que “en las condiciones epidemiológicas (…) y las económicas que enfrenta el país, nuestros artistas han sido amparados con las medidas de protección laboral y salarial; cuestión de la cual, Castillo no es la excepción”.
Según Caricatos, la familia habría manifestado “desacuerdo” con las informaciones, “ya que constituyen otra farsa para desacreditar la función de las instituciones culturales” del régimen. También, siempre según la versión de la empresa estatal, habrían agradecido “las atenciones recibidas por el sistema de salud y todo cuanto se ha hecho en esta etapa”.
Como prueba de esto, Caricatos solo pone una fotografía de Castillo que contrasta con la que circuló en las redes sociales. Aunque ambas fueron tomadas evidentemente durante la pandemia, en la publicada por el oficialismo se ve al artista mejor vestido, con una mascarilla sanitaria nueva, gafas oscuras y acompañado de dos mujeres, presuntamente sus familiares.
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Sin embargo, la foto que levantó la alarma de los admiradores de Castillo no fue desmentida, y todavía circula como estampa de la realidad diaria del artista. En aquel momento, también el locutor Saldívar compartió la tarjeta American International Service (AIS) que serviría para recibir la ayuda destinada a Castillo, utilizando el sistema oficial para enviar dinero en MLC a Cuba. El número puede ser consultado en este enlace.
En las imágenes se puede ver que Castillo vive en la pobreza. Zaldívar sugiere que no se alimenta bien pues pide ayuda en medicamentos y comida, e incluso emplaza con el “mensaje al gobierno de Díaz-Canel”.
Raúl Castillo fue uno de los rostros más conocidos de la industria de la moda en la isla durante décadas y gozó de gran popularidad en la Televisión Cubana.
“Durante el afianzamiento de la crisis por el Periodo Especial en Cuba, la moda de Castillo se desplazó a las unidades militares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y las instituciones de circuito cerrado bajo el amparo del régimen, como es el caso de las Casas de Visita y Casas de Descanso de oficiales, vanguardias y la clase dirigente”, especifica Periódico Cubano.
Castillo comenzó su trabajo en el año 1981, en la Empresa de Confecciones Juveniles de La Habana. En 1983, con 24 años, creó el grupo de modas Avances, del que es director, con el fin de expresar y promocionar las inquietudes de la moda en la juventud cubana. Ha trabajado como vestuarista en películas como Las profecías de Amanda (1999, de Aarón Vega y Pastor Vega) y Amor vertical (de Arturo Soto).