Diseñador Raúl Castillo pide ayuda tras ser abandonado por el gobierno

Durante años, Castillo fue un presencia común en la televisión cubana, hoy vive en la miseria y el Estado que utilizaba sus servicios parece no preocuparse por él.
Castillo-Abandonado
 

Reproduce este artículo

El reconocido diseñador de modas Raúl Castillo, hoy olvidado por el gobierno cubano, pide ayuda en redes sociales para enfrentar su difícil situación económica, informan medios independientes.

Según Periódico Cubano, Castillo ha sufrido amputaciones en las piernas producto de la diabetes y hace mucho tiempo quedó apartado del circuito de la moda. Su caso reapareció en el muro del locutor Rodolfo Zaldívar, quien hizo de mediador entre el diseñador y su público.

"Ayudemos con lo que se pueda al diseñador —comenta la publicación de Zaldívar—. Desde Miami agradezco todas las atenciones médicas que en mi país le brindan. Pero una buena alimentación es necesaria (...) Las personas que puedan y quieran contribuir llamar al número 78313307 en La Habana", concluyó.

En otra publicación, el locutor también compartió la tarjeta American International Service (AIS) que serviría para recibir la ayuda destinada a Castillo. El número puede ser consultado en este enlace.

En las imágenes se puede ver que Castillo vive en la pobreza. Zaldívar sugiere que no se alimenta bien pues pide ayuda en medicamentos y comida.

Raúl Castillo fue uno de los rostros más conocidos de la industria de la moda en la isla durante décadas y gozó de gran popularidad en la Televisión Cubana. 

“Durante el afianzamiento de la crisis por el Periodo Especial en Cuba, la moda de Castillo se desplazó a las unidades militares de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y las instituciones de circuito cerrado bajo el amparo del régimen, como es el caso de las Casas de Visita y Casas de Descanso de oficiales, vanguardias y la clase dirigente”, especifica Periódico Cubano.

Castillo comenzó su trabajo en el año 1981, en la Empresa de Confecciones Juveniles de La Habana. En 1983, con 24 años, creó el grupo de modas Avances, del que es director, con el fin de expresar y promocionar las inquietudes de la moda en la juventud cubana.

Ha trabajado como vestuarista en películas como Las profecías de Amanda (1999, de Aarón Vega y Pastor Vega) y Amor vertical (de Arturo Soto).