El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, anunció este miércoles otras medidas con las que pretenden mitigar el impacto, en la economía doméstica, de la pandemia de coronavirus.
En la reunión diaria para analizar el avance de la COVID-19, encabezada por el presidente Miguel Díaz-Canel, Marrero dijo que “se elimina” por el momento el cobro de los servicios de electricidad, agua y gas, excepto los que puedan realizarse por vía electrónica.
La medida en realidad establece el cierre de las oficinas de cobro a la población en esas empresas, principal vía utilizada en un país muy lejos del comercio y el gobierno electrónico, y donde se mantienen prohibitivos precios de Internet.
Además, explicó que en esos servicios básicos “se mantendrá la facturación mensual y con las mismas tarifas que están vigentes”.
El aplazamiento de estos pagos no conllevará ninguna penalidad o corte de los servicios. Sin embargo, al término de la medida quienes no puedan pagar mediante los incipientes servicios de pago electrónico, se verán obligados a erogar ir a estas oficinas a pagar la suma de dinero que deberán.
También se dijo que se suspende temporalmente el cobro de las multas en las oficinas que se establecen para este fin. En el caso de las que ya han sido impuestas, se prorrogará el plazo de vencimiento.
El primer ministro especificó que, debido a las condiciones actuales obligadas por la pandemia, no se aplicarán los recargos de dinero previstos para cuando no se paga la multa en el período establecido.
Marrero también pidió a la población ahorrar en el consumo de energía eléctrica, pues según él con el aumento del aislamiento social en las casas “estamos consumiendo el equivalente al mes de agosto”.
Afirmó que han “mantenido la práctica de que no haya apagones planificados”, aunque no descartó que en otro momento se produzcan cortes eléctricos ante la escasez de combustible.
Según las autoridades, siguen identificando otras actividades y servicios que se puedan suspender o reducir para conseguir un mayor aislamiento social.
Con este fin, el martes habían anunciado la medida, ahora ratificada, de cerrar parcialmente restaurantes y cafeterías, que solo brindarán servicios a domicilio o venderán alimentos para llevar, en horarios limitados.
Las bebidas alcohólicas solo se venderán en las tiendas estatales, por lo que quedaron cerrados los bares.
El gobierno cubano reconoció este martes otro momento del avance del nuevo coronavirus por la isla, cuando se anunció que ha sido establecida “la fase de transmisión autóctona limitada” de la enfermedad COVID-19, luego de confirmarse casos de personas contagiadas que no están conectadas con viajeros llegados del extranjero.
El ministro de Salud Pública, José Ángel Portal, explicó que la etapa de “transmisión autóctona limitada” se decreta cuando se confirman casos en los que no se han podido establecer nexos con viajeros procedentes de zonas afectadas y están limitados a urbanizaciones pequeñas, localidades o instituciones del país.