La Seguridad del Estado del régimen cubano continúa el hostigamiento y las amenazas contra la historiadora de arte y productora independiente Carolina Barrero, miembro del 27N.
Según denunció la joven en su perfil de Facebook, la policía política le informó que “han abierto un expediente de investigación sobre la denuncia impuesta por la agente Kenia. Me dice el capitán Gustavo que tienen un plazo de hasta diez días para notificarme si la denuncia se retira o se mantiene. Y que me sugiere, a título personal, que mejor regrese a España [donde reside en la actualidad], porque después esa salida se me podría complicar (el plazo parece que no es para ellos sino para mí)”.
Durante un interrogatorio, al que fue sometida este sábado 6 de febrero en la estación de la calle Picota 209, entre Paula y San Isidro, en La Habana, un agente le informó que le han abierto un expediente policial por el presunto delito de "clandestinidad de impresos".
“Le he preguntado al capitán, si mi abogado podía tener acceso al expediente de investigación y participar del proceso, como sucede en cualquier estado de derecho. Me informó que no, que el proceso de investigación es secreto y solo tienen acceso a él los instructores penales/agentes de la Seguridad del Estado”, detalló Barrero en su publicación.
“Luego me preguntó si tenía algo que declarar, le dije que ya había dicho públicamente todo lo que tenía que explicar y que acogía a mi derecho de guardar silencio. Lo digo otra vez: no me he ocultado para hacerlo, lo imprimiría mil veces más; quién necesita ocultarse para imprimir una imagen así. La clandestinidad de impresos, por otra parte, es una figura legal que responde a una lógica de otro siglo, de otro tiempo. No fabriquen más casos y, sobretodo, no intenten usar formas de chantaje y de miedo, conmigo no va a funcionar. Estoy convencida de que no he cometido delito”, concluyó la joven, graduada de la Universidad de La Habana en Historia del Arte.
En el interrogatorio, Carolina Barrero prefirió no hacer comentarios sobre esa acusación y se acogió al derecho de guardar silencio.
La denuncia en su contra -de la que solo tiene conocimiento por un reporte verbal-, fue supuestamente presentada por la teniente coronel Kenia María Morales Larrea, nombre con el que se identifica una agente de la Seguridad del régimen, que en los últimos años ha participado en las amenazas y detenciones arbitraria contra artistas, activistas y periodistas independientes a favor de la democracia en la isla.
Según explicó Barrero a 14ymedio, mientras permanecía en el interrogatorio policial este sábado, la Seguridad del Estado realizó un registro en la casa donde permanece actualmente en La Habana Vieja y "embargaron" su IPad, los dibujos impresos de José Martí y unas hojas con firmas recogidas online para revocar el mandato del ministro de Cultura Alpidio Alonso.
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En otra publicación en redes sociales, la historiadora del arte, afirmó: “"La Seguridad del Estado me acusa por esta imagen impresa. Es un Martí hecho de estrellas, con el trazo de la ternura y del ensueño. No hay una pizca de ofensa en ese dibujo, es todo respeto e ilusión", (…) Si me van a construir un caso de esto para meterme presa en un juicio sumario que lo hagan, pero que les quede claro, no me van a chantajear ni amenazar con la construcción de un supuesto delito. Se los dije ayer, no me he ocultado para hacerla, la imprimiría mil veces".
El jueves la intelectual también fue detenida arbitrariamente, secuestrada y sometida a un interrogatorio por los órganos represivos del régimen. Pese a ello, su posición sobre el funcionario castrista Alpidio Alonso y los hechos acaecidos el 27 de enero: “el Ministro debe renunciar”.
Barrero fue arrestada en la vía pública por agentes de la Seguridad mientras hablaba por teléfono con la reconocida artista Tania Bruguera, quien declaró a la reportera Luz Escobar que a la joven “se la llevó la policía”. “Oí cómo le quitaban el teléfono y la metían dentro de la patrulla, qué horror”.
La detención se produjo luego de que el 3 de febrero Barrero entregase, junto a la curadora de arte Solveig Font, un documento a la Asamblea Nacional del Poder Popular exigiendo la revocación de mandato del ministro de Cultura Alpidio Alonso, por sus agresiones a los artistas la semana anterior.
Tras las amenazas realizadas contra Barrero, el abogado Eloy Viera Cañive, precisó: “La ley cubana establece que después de formulada una denuncia puede abrirse un expediente investigativo. Pero además considera que en el caso de los delitos cuyo marco sancionador no rebasa el año de privación de libertad, el acusado no es parte del proceso hasta que el acto de juicio oral. O sea, Carolina puede estar siendo investigada en este minuto y no tiene derecho a nombrar un abogado que se preocupe por su situación o que impulse cualquier acción para librarla del suplicio de no saber. Sus únicas posibilidades son esperar a que las autoridades archiven la denuncia y le devuelvan sus cosas o que decidan presentar su 'asunto' a juicio y solo en ese entonces podrá saber la urdimbre que han tejido en su contra.
“Carolina no ha cometido delito alguno. No ha impreso nada de forma clandestina y mucho menos ha pretendido subvertir el orden público. La Clandestinidad de Impresos es un delito que el Código Penal cubano ubica dentro de los delitos contra el orden público y su uso ha sido denunciado frecuentemente por organismos internacionales como uno de los mecanismos más comunes empleados por el gobierno cubano para limitar la libertad de expresión de quienes le adversan”, advirtió Viera.
“El régimen del Partido Comunista de Cuba sigue tanteando un terreno que se les hace cada vez más movedizo y peligroso: el del chantaje y ninguneo a los ciudadanos. Mucha fuerza y apoyo a Carolina Barrero”, escribió por su parte el cubano, Lennier López en sus redes sociales.