El vocero castrista Randy Alonso, director del portal de propaganda Cubadebate y el programa Mesa Redonda, publicó información engañosa sobre la campaña del régimen para probar en la población los “candidatos vacunales” anti COVID-19.
Según Alonso, en la isla habría “medio millón de cubanos ya con tres dosis. Cuba por encima del promedio mundial de población con una dosis”, afirmó en un artículo del 14 de junio.
Esto motivó una réplica del científico cubano Dr. Amílcar Pérez Riverol, ex profesor en la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana y que ha realizado investigaciones y estudios en Brasil y Alemania.
Pérez Riverol escribió en sus redes sociales “contra el triunfalismo infértil y los mensajes confusos” publicados por Cubadebate, “que en nada favorecen a que sus lectores (…) tengan una verdadera dimensión del escenario actual de la inmunización en el país lo cual (…) conspira contra la percepción de riesgo, el control del brote y contra la propia intervención”.
El experto refutó a Randy Alonso, y explicó que “contrario a lo que se afirma en el título, la tasa de población de Cuba que ya recibió (o había recibido el 11 de junio) al menos una dosis, no es superior a la tasa global, menos a la de América del Sur”.
Es la tasa de población completamente vacunada y no con primera dosis, como hizo el vocero castrista, un indicador más apropiado para evaluar la evolución de un programa de inmunización contra COVID-19, escribió el científico. “Entiendo que resaltar un 17.3% (porcentaje de la población con al menos una dosis) suena mejor que el 4,5% (porcentaje de completamente vacunados). Pero aquí se trata de controlar un patógeno emergente en pleno brote, y salvar vidas, no de llenar egos”, criticó el virólogo.
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“Y si comparamos -que no hay necesidad, pero ya que Cubadebate insiste en esta competencia innecesaria- la tasa de población completamente vacunada en Cuba vs mundo y América del Sur, el de la de isla tampoco es (al menos por ahora) superior”.
Pérez Riverol opinó que “incluso, si combinaras las cifras de parcialmente vacunados y con vacunados completamente, el artículo [de Randy Alonso] saldría mal parado”.
Otro material publicado por el medio que dirige el vocero del régimen, mostró un gráfico sobre el comportamiento de casos confirmados en dos fechas específicas para los municipios donde está ocurriendo la intervención con el candidato Abdala en La Habana y de la provincia en general. Con esto “se pretende sugerir que el candidato funciona. Que los datos representan un indicador indirecto de efectividad”.
Pero el experto considera que “los valores aislados, en lugar de promedios semanales o al menos de cinco días, tienen variaciones enormes condicionadas por eventos puntuales y por tanto carecen de fortaleza estadística para sugerir cualquier conclusión sobre la efectividad”.
“El éxito de la inmunización en cualquier país no depende apenas de las vacunas usadas, también de que no tengan que competir con un alto número de contagios. Y los contagios no se frenan con comparaciones de cartón o con mensajes y estadística confusa. La ayuda que necesitan las vacunas -candidatos vacunales- no vendrá del triunfalismo sino de la prudencia y el rigor”, concluyó el científico su comentario en Facebook.
