El deseo de que aparezca una cura milagrosa a la pandemia del Coronavirus ha ocasionado publicaciones exageradas en redes y medios de comunicación. Hay quien comenta que Cuba tendría entre sus manos una vacuna para el Coronavirus: el medicamento Interferón Alfa 2B.
Ampliamente publicitada en la isla fue la utilización en China de la medicina producida con tecnología cubana, y que supuestamente habría curado a miles de pacientes aquejados por el COVID-19. Esto ha provocado fake news y una extraordinaria expectativa entre ciudadanos de varios países e incluso gobiernos y políticos.
Recientemente, el excandidato de izquierda a la presidencia de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que "el aparato de salud pública de China y las medicinas investigadas en Cuba han logrado detener la epidemia...".
¿Podemos dormir tranquilos pensando que el peligro se alejará sólo con el Interferón producido en Cuba?
El microbiólogo cubano Amílcar Pérez Riverol, con una maestría en virus respiratorios, afirmó en su Facebook que “hay que evitar pasar un mensaje equivocado y crear una falsa idea de seguridad. El medicamento no va a evitar que te infectes, no cura por si solo la COVID-19”.
Su criterio es similar al del doctor cubano residente en España Eduardo López Collazo, director científico del Instituto de Investigaciones Sanitarias del Hospital La Paz (Madrid). El especialista explicó a Diario de Cuba que el Interferón es útil, pero no es un invento cubano y data del siglo pasado.
El producto se puede utilizar para enfermedades virales y actualmente se está aplicando a personas graves con Covid-19 y que tienen neumonía.
López Collazo es doctor en Física y Farmacia, con unos 30 años de experiencia dedicados a investigar sobre inmunología, enfermedades infecciosas y el cáncer. Definió al interferón beta como "una citoquina, una molécula que tenemos normalmente en el cuerpo, que es producida por nuestras defensas para evitar las infecciones virales e incluso en algunos contextos de cáncer".
Cualquiera que haga una somera investigación en la web conocerá que los interferones fueron descubiertos en 1957, por Isaac A, Lindemann y J. Virus en Londres. La versión cubana se desarrolló en los años 80 y existen otros medicamentos a base de Interferón Alfa 2b patentados y de uso comercial, como el Intron A®.
Según López Collazo, al inicio del cubano Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología “se quiso investigar qué se estaba haciendo en el mundo contra el cáncer y algunos tipos de virus. Se estaba probando el Interferón beta y en Cuba también lo empezaron a probar y a producirlo. No es un descubrimiento cubano”.
El exceso de entusiasmo y la retórica triunfalista ha llevado a medios oficiales de Cuba a afirmar erróneamente que el medicamento comercializado como Heberon Alfa R estaría siendo utilizado en un hospital de Sevilla, fake que según Diario de Cuba fue desmentido por el Ministerio de Sanidad de España.
El Interferón producido en Cuba ayuda a mejorar a los pacientes, pues ese tipo de medicinas combate la disminución de la molécula en el organismo, que sucede cuando los Coronavirus y otros como el SARS y el MERS atacan a la persona.
“Tiene la ventaja de que ante situaciones como estas es un mecanismo para poder protegerse, su uso evita que los pacientes con posibilidades de agravarse y complicarse lleguen a ese estadio, y finalmente tengan como desenlace la muerte”, explicó Luis Herrera Martínez, asesor científico y comercial del consorcio BioCubaFarma.
El reportaje de Diario de Cuba cita a un médico cubano, experto en urgencias médicas y gestión de catástrofes que se encuentra en un hospital desbordado de España, quien bajo condición de anonimato dijo que “no hay actualmente ningún medicamento probado para el tratamiento del Covid-19. Se utilizan de forma experimental (compasiva) unas combinaciones de fármacos antivirales e interferón. El paciente es advertido sobre las características y se obtiene consentimiento verbal o escrito”.
Por su parte, Amílcar Pérez afirmó sobre la posible propagación del Coronavirus en Cuba: “aunque ha probado ser útil para aliviar la sintomatología, no serán toneladas de Interferón las que nos salven en caso de que no se apliquen las medidas de contención y mitigación pertinentes y en consecuencia, se colapse el sistema de salud”.