Qué impacto tiene para Cuba volver a lista de patrocinadores del terrorismo

A los países que considera patrocinadores del terrorismo, Washington les prohíbe vender o comprar armas y les restringe la asistencia económica. Tampoco pueden acceder a préstamos del Fondo Monetario Internacional y otras instituciones financieras.
Mike Pompeo
 

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En una de sus últimas jugadas, la administración Trump incluyó al régimen cubano en la lista de países patrocinadores del terrorismo, un nuevo reto con que lidiará el gobierno de Biden en sus relaciones con la isla comunista.

Para dar una justificación legal, el secretario de Estado Mike Pompeo señaló la negativa de Cuba a extraditar a miembros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) de Colombia tras un atentado con bomba en enero de 2019 en una academia policial de Bogotá en el que murieron 22 personas.

Cuba ya ha dicho que no lo hará debido a su papel como mediador en los diálogos de paz entre el ELN y el gobierno de Colombia. Los líderes del ELN, la mayor guerrilla activa de Colombia, viajaron a La Habana como parte de las negociaciones de paz con el gobierno que se rompieron tras el atentado.

Pompeo señaló también que Cuba es el santuario de fugitivos de Estados Unidos como Joanne Chesimard, también conocida como Assata Shakur, una militante de Black Power que huyó a la isla tras escapar de la prisión en que cumplía condena por la muerte de un policía en Nueva Jersey en 1973.

A los países que considera patrocinadores del terrorismo, Washington les prohíbe vender o comprar armas y les restringe la asistencia económica. Tampoco pueden acceder a préstamos del Fondo Monetario Internacional y otras instituciones globales.

En el caso particular de la isla, estas sanciones ahondaban las que ya habían sido impuestas de manera más extensa por el embargo económico vigente desde la década de 1960.

Como consecuencia, “las instituciones financieras tendrán otro motivo para evitar operaciones con Cuba”, aseguró a BBC John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Estados Unidos-Cuba, con sede en Nueva York.

“Y habrá más escrutinio en las operaciones con Cuba, lo que resultará en que menos gobiernos y empresas querrán tener una relación con la isla”, agregó.

Esto llega en un momento especialmente delicado para el régimen de los Castro. El 1 de enero entraron en vigor reformas económicas de gran impacto como el reordenamiento monetario y cambiario que dejará al peso cubano (CUP) como único circulante y al dólar como patrón de cambio.

La medida está acompañada por la subida de precios de alimentos, bienes básicos y servicios, y también un incremento de salarios y pensiones. Todo esto tiene como trasfondo la crisis agudizada por el coronavirus, que ha dejado a la economía al borde de la bancarrota. Sin contar los problemas inherentes al sistema cubano, que arrastra casi desde su fundación.

Biden ha dicho que quiere restablecer algún nivel del compromiso iniciado con Obama, pero no mucho más, y tampoco queda claro cuánto está dispuesto a negociar con La Habana. Por el momento, tiene más preocupaciones en tomar posesión y ordenar las cosas en la Casa Blanca.

Podría eliminar a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo, pero no será inmediato, ya que el Departamento de Estado tendría que realizar una revisión formal de la medida.

“La administración Trump conectó con éxito a Cuba con Venezuela y el gobierno entrante de Biden lo ha hecho también. Puede haber incluso presión de congresistas para agregar a Venezuela a la lista en lugar de quitar a Cuba”, afirmó Kavulich.

La medida anunciada la víspera por el Departamento de Estado anula el levantamiento de la designación bajo la administración de Obama en 2015, durante el impulso del presidente demócrata para descongelar las relaciones con la dictadura de la nación isleña.

Desde diciembre, se filtró que funcionarios del Departamento de Estado habían elaborado una propuesta para designar al régimen “comunista” como patrocinador estatal del terrorismo, reveló entonces The New York Times (NYT).

"Con esta acción, una vez más responsabilizaremos al gobierno de Cuba y enviaremos un mensaje claro: el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia estadounidense", declaró Pompeo al divulgar la noticia.

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