Entre las medidas anunciadas por el régimen castrista como parte de la llamada “Tarea Ordenamiento”, que busca la unificación monetaria y cambiaria en Cuba, el aumento de la tarifa eléctrica en más de cuatro veces para el sector residencial fue una de las que más disgusto ha causado entre los cubanos, que hallan “asfixiantes e injustos” los nuevos precios por el servicio eléctrico.
Tras el fuerte descontento popular, el régimen se vio obligado a rebajar los nuevos precios de la electricidad, que entraban en vigor este 1 de enero de 2021. Así lo anunció este lunes (28 de diciembre) en la Mesa Redonda, el jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, Marino Murillo Jorge.
"Es importante que expliquemos qué análisis se hicieron, cómo se llegó a esa decisión, qué efectos tiene en las finanzas públicas del país. Está claro que lo que tú no le cobres a las personas, alguien lo tiene que pagar. El Gobierno ha estado atendiendo y revisando cada una de las opiniones de la población, importantes y respetuosas, y respetuosamente lo hemos revisado todo", dijo Murillo Jorge.
Este "zar de las reformas" se atrevió a decir que han recibido opiniones de la población señalando que "consumir 100 kWh/mes es como vivir en las cavernas, y en ese primer tramo está el 22.5% de los clientes, con un nivel de consumo que respalda un ventilador, televisor, refrigerador".
El periodista y académico cubano José Raúl Gallego, respondió al funcionario castrista a través de su perfil en Facebook.
“Dice Murillo que para bajar el precio de las tarifas eléctricas hay que quitar dinero del presupuesto en otra área. Sencillo. Quítenselo al presupuesto de defensa. De los miles de millones que se gasta el monstruo inservible de las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) y el aparato represivo del MININT (Ministerio del Interior), podemos sacar dinero de sobra para eso y mucho más”, afirmó el reportero.
“Solamente calculemos cuánto se han gastado en el último mes con los policías apostados frente a las casas de los huelguistas del Movimiento San Isidro y los opositores, el gasto de combustible de las patrullas y las motos de la Seguridad del Estado, las cámaras de seguridad de alta tecnología que colocaron en las puertas de Iliana Hernández, Luis Manuel Otero y Esteban Rodríguez; los vehículos de las Brigadas Especiales patrullando las ciudades, las bocinas y carros para los actos de repudio, el salario de todos esos esbirros y represores. Métanle lápiz para que vean”, subrayó Gallego.
El periodista precisó además: “Con el siguiente mapa pueden tener una idea de la magnitud de la represión en el último mes”: http://bit.ly/3qI4Ljb
La publicación desató disímiles reacciones y comentarios. Miriam Celaya González, señaló: “Eso, para no contar todo lo que han gastado en estos últimos días repartiendo 'jabas de estímulo'. A los trabajadores del Capitolio les han distribuido desde carne y otros alimentos, ron, productos de aseo (incluidos los desaparecidos de los comercios como el champú y acondicionador), ropa y zapatos. También me consta que se han beneficiado otras empresas estatales que no producen nada o que incluso constituyen costosas al erario público, como EPOC y la Editora Abril... ¡Hasta cuándo!”
“Y lo que gastan en recargar los móviles 'petroleros' de las ciberclarias para el 'combate en las redes'”, dijo Javier Pino.
Por su parte, Ramón Manuel Ochoa López, refirió: “Al final el castrismo destina más presupuesto para el G2 que la CIA a la mafia anti cubana. ¡Qué país! Dejando de recargar ciberclarias un mes abastece La Habana y sus municipios”.