Preso político Maikel Herrera Bone se declara en huelga de hambre

El preso de conciencia padece VIH, pero no lo atienden como es debido. Dijo que llegará "hasta las últimas consecuencias" con la huelga de hambre
Maikel Herrera Bone se declara en huelga de hambre
 

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El preso político Maikel Herrera Bone, encarcelado en la prisión de Güines, se declaró en huelga de hambre para exigir atención médica apropiada contra la enfermedad que padece, VIH.

El miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) informó su decisión a través de una llamada telefónica que realizó desde el reclusorio a Zaqueo Báez, coordinador del grupo opositor en la capital cubana.

Herrera Bone cuenta que los médicos del penal le han recetado más de 10 tipos de antibióticos por los forúnculos que tiene en diferentes partes del cuerpo, pero sin éxito. Asegura que el continuo suministro de estos medicamentos ha debilitado más su sistema inmunológico.

En abril, cuando Herrera Bone fue trasladado hacia la prisión, tenía un cuadro clínico preocupante. Presentaba un déficit de glicoproteínas y mantenía sus células CD4 en niveles muy bajos. En ese momento, había concluido una huelga de hambre que sostuvo por 14 días.

“En aquel entonces los médicos le dijeron que estaba vivo de milagro con todas esas complicaciones. Ahora, con la deficiente atención médica, el confinamiento, los malos tratos y la pésima alimentación lo están asesinando lentamente”, denunció a CubaNet Zaqueo Báez.


El opositor, quien también es promotor de Cuba Decide, fue arrestado el 16 de abril en su vivienda después de manifestarse pacíficamente contra el Gobierno, debido a frecuentes cortes del fluido eléctrico que se realizaron en su zona de residencia.

Inicialmente fue acusado por la Policía del supuesto delito de “desacato”. El 23 de abril, día para el que fue previsto inicialmente el juicio en su contra, su presunto delito fue modificado por el de “atentado”.

En el transcurso de este año, más de 10 presos políticos miembros de la UNPACU han realizado varias huelgas de hambre y de sed para demandar respeto a sus derechos, el cese de tratos crueles e inhumanos e incluso su inmediata libertad. Entre ellos destacan los casos de la joven Keilylli de la Mora, Edilberto Arzuaga Alcalá y Eider Frómeta.

 

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