La Seguridad del Estado castrista acosa al escritor cubano y musulmán Abu Duyanah incluso durante el Ramadán, celebración sagrada para la que debe mantenerse sin ingerir alimentos y bebidas.
Este miércoles en la tarde, Niovel Alexander Tamayo (Abu Duyanah) denunció que dos agentes de la policía política se presentaron en su vivienda en La Habana, diciéndole que lo llevarían detenido a una unidad policial, justo en su primer día de ayuno por el Ramadán.
“Dos agentes de la Seguridad del Estado, sin papeles, sin nada, dicen que yo tengo que ir a la estación de policía ahora mismo, porque ellos lo dicen y ya”, declaró a Duyanah en videos enviados a ADN Cuba, donde él se desempeña como colaborador.
“¿Esta es la Cuba que queremos? Esta es la Cuba que estamos viviendo, la que tenemos, la Cuba de la represión del régimen de los Castro”, lamentó el joven líder de una organización independiente de musulmanes.
“Yo no tengo nada que hablar con ellos. Conmigo no pueden contar para nada”, también dijo en una directa transmitida en redes sociales. En las imágenes, se ve a dos individuos de civil, vigilando y merodeando frente a la vivienda donde ayuna Duyanah, quien refirió que llamaron a una patrulla policial para llevarlo detenido.
“La Seguridad del Estado vino supuestamente a llevarme para la estación de policía, sin orden de registro o detención, sin nada, como si yo fuera un delincuente”, continuó denunciando el joven.
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Al parecer, cuando los agentes se vieron expuestos en las redes sociales, se retiraron y desistieron de traer una patrulla policial. Sin embargo, poco después entregaron a Abu una citación para que se presentase este mismo miércoles en una unidad del municipio Playa.
Abu Duyanah (1984) fue uno de los activistas plantados en noviembre en la sede del Movimiento San Isidro, en la Habana Vieja, aunque no hizo huelga de hambre. En otras ocasiones, el escritor contestatario ha sido detenido y sitiado por las fuerzas del régimen.
Durante el mes del Ramadán, el noveno del calendario lunar árabe, los musulmanes celebran el “descenso” de la palabra de Dios, el Corán. Según la tradición, es durante esas jornadas que los rezos de los fieles llegan de manera más eficaz que en cualquier otro momento.
Se acostumbra a ayunar (abstenerse de comer y beber) y apartar otros placeres corporales. El ayuno diario de quienes por su estado físico pueden hacerlo, inicia antes del amanecer y termina con la puesta del sol.
