La policía del régimen decomisó productos alimenticios en dos casas particulares el municipio de Nuevitas, provincia de Camagüey, informaron fuentes oficiales este domingo.
Según una corresponsal del Sistema Informativo de la televisión estatal cubana, la “acción conjunta de fuerzas de la Policía Nacional Revolucionaria y cooperación popular” permitió desmantelar las viviendas convertidas en almacenes, donde trabajadores no estatales guardaban la mercancía que comerciaban con autorización del régimen, pero que de nada sirve en estos tiempos de escasez agravada por la pandemia del coronavirus.
En la primera vivienda, ubicada en el barrio Pastelillo en la calle Libertad, se incautaron varias cajas de confituras, jugos, sazones para caldos y cigarros, entre otros productos.
Según el reporte, el domicilio pertenecía a una ciudadana identificada como Marta Valladares Pino, que guardaba más de 20 mil pesos cubanos (menos de mil dólares) en efectivo y un valor equivalente a “otros miles en productos”.
El régimen ha dado carta blanca a la policía para hacer allanamientos y decomisos en negocios, lo mismo autorizados que ilícitos, buscando mostrar severidad en tiempos de coronavirus, mientras esconde su ineficiencia en la gestión económica del empobrecido país.
A la par, los medios de propaganda son convocados para que publiquen materiales de escarmiento como la nota audiovisual que informó sobre esta operación del Ministerio del Interior. En el reporte se dijo que estos alimentos y productos adquiridos para revender, “resultan inaccesibles para quienes su horario laboral les impide permanecer largas horas en el comercio”, haciendo mutis sobre el desabastecimiento en tiendas estatales que está en el origen del problema.
El otro operativo de decomiso se produjo en un domicilio situado en la calle Camilo Cienfuegos, donde a los “cuentapropistas” Esberto Sánchez Puyol y Miguel Castillo Hernández se les incautó más de 200 ristras de ajo, y dos sacos de cabezas de la especia.
A los trabajadores, que cuentan con un puesto para vender productos agrícolas, les decomisaron alrededor de 40 cajas de tomates, 1 343 mazos de cebollas y otras 209 ristras de este condimento.
Ahora, los tres ciudadanos señalados en el reporte de televisión están acusados de “actividad económica ilícita”.
La ofensiva del régimen contra el “acaparamiento” de los pocos productos que vende a los cubanos es en todo el país. La semana anterior de supo de que otras dos viviendas, en este caso de la central provincia de Villa Clara, cayeron en un operativo policial que culminó con el decomiso de 436 cajas de jugo, 120 litros de aceite, 234 cajas de refresco, 538 pomos de ron y más de mil paquetes de confituras, entre otros productos.
Según informó el martes el Noticiero Nacional de la Televisión Cubana, la policía del régimen recibió “una denuncia telefónica que los llevó a detener a un hombre que trasladaba 70 cajas de cerveza Cacique, con lo cual llegaron a encontrar y decomisar el resto de los productos”.
Las viviendas, de acuerdo a la información ofrecida por el medio oficialista, funcionaban como depósitos de mercancías para posteriormente abastecer a cinco puntos de venta en la ciudad.
El reporte televisivo detalló que “cuatro ciudadanos fueron detenidos y se encuentran bajo proceso penal”. Las autoridades implicadas aseguraron que durante el interrogatorio los detenidos “se declararon culpables y explicaron que habían comprado los productos en las Tiendas Recaudadoras de Divisas y en Unidades Gastronómicas”.
El régimen se despoja de las culpas del desabastecimiento y la ineficiente gestión económica durante décadas. Sin embargo, no estimula las Pymes ni garantiza un Mercado Mayorista nutrido para estos pequeños negocios gastronómicos, que tienen que vender para pagarle al propio estado altos impuestos.
