Policía irrumpió a golpes en vivienda para arrestar a joven ausente del Servicio Militar

El Servicio Militar Obligatorio es una institución impopular en Cuba. A pesar de la pandemia, los jóvenes son reclutados para servir en las unidades del ejército.
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Agentes de policía arrestaron violentamente el sábado 24 de abril a un joven en La Habana que se encontraba ausente del Servicio Militar Obligatorio (SMO).

Bárbara Barroso compartió en redes sociales imágenes del suceso. El joven —su sobrino— intenta resistirse, mientras dos agentes uniformados lo esposan y se lo llevan caminando, mientras los vecinos y familiares tratan de impedirlo.

ADN Cuba se puso en contacto con Barroso, quien precisó que el joven se llama Luis David Cardona Ricardo, conocido por "Pepi". La mujer, indignada, criticó abiertamente en redes la institución del SMO en Cuba que, aunque legal, carga con una pésima reputación entre la juventud y la ciudadanía.

“Para que el mundo entero lo sepa: así es como abusan los policías en Cuba. ¡Si algo le pasa, el mundo es testigo!”, declaró.

La madre de Luis David Cardona, explica en unos audios a los que tuvo acceso ADN Cuba, que ella no estaba en el barrio cuando fueron a llevarse a su hijo. Le avisaron unos vecinos que fuera "rápido, porque le estaban dando golpes". Al llegar al lugar del hecho ocurrido en el municipio capitalino de San Miguel del Padrón, en la calle 5ta del Reparto Martín Pérez, ya tenían a su hijo esposado.

Cuando irrumpieron los policías, el joven se encontraba en felicitando a una cumpleañera, cerca de su casa. El Jefe de Sector lo llamó desde la puerta y Pepi no ofreció resistencia a regresar al Servicio Militar, pero otro de los policías, de mayor rango, "se ensañó con él y lo agarró por el cuello", relata la madre. Según el testimonio, los agentes llegaron a meterse dentro de la casa a darle golpes al muchacho, sobre un sofá, en medio de los gritos de varios niños presentes.

La trifulca provocada por los policías violentos también le habría ocasionado una herida en una pierna a una de las presentes, y heridas en la boca a otra. Uno de los oficiales agresores es conocido por "Belén". 

"Ellos llegaron a la casa sin una orden de entrar, y sin decir siquiera a qué fueron. Llamaron a mi hijo, cogerlo por el cuello y a darle golpes... Imagínate, con dos mujeres indefensas y tres menores de edad dentro de la casa", afirmó la madre de Luis David Cardona. Uno de los niños presentes, de un año, desde el sábado tiene sobresaltos.

"Van a tener que llevarlo al psicólogo", explica la señora en su testimonio cedido a ADN Cuba. La madre y el hijo esposado se vieron obligados a caminar, a la vista de todos, varias cuadras, "como si fuera un delincuente".

 

El Servicio Militar al que obliga el castrismo 

Durante la pandemia del coronavirus el gobierno siguió citando a los muchachos para incorporarse a sus filas, a pesar del riesgo que esto significa para ellos.

Muchos jóvenes, para evadir su estancia en las unidades militares del SMO, se autolesionan. Hasta fines de 2019 quienes incurrían en esto eran tratados con indulgencia, pero las normas legales adoptadas entonces cambiaron el panorama.

El dictamen 459 del Tribunal Supremo Popular autoriza a los jefes de unidades militares disciplinarias a no hacer caso si un recluta se autolesionaba para salir de allí y mantenerlo cumpliendo su sanción.

Los sancionados incluso podrían sufrir un segundo castigo, de comprobarse que lo hicieron para salir de esas unidades, conocidas por su rigor y trato inhumano. Algunos soldados suelen ingerir objetos como tornillos, arandelas, cuchillas, etc. 

El gobierno cubano impuso el SMO en la década del 70. Pese al fin de la Guerra Fría y otros cambios geopolíticos que han tenido lugar en las últimas 5 décadas, se ha mantenido vigente hasta la actualidad.

A pesar de esto, en el último Congreso del PCC, Raúl Castro propuso ampliar el SMO tanto a hombre como a mujeres —las últimas pueden entrar de manera voluntaria.

Esto es, que todos los universitarios, sin importar su sexo, pasasen al menos un año de servicio militar obligatorio antes de iniciar sus estudios, tal y como lo hacen hombres y mujeres del ISRI desde hace años en la llamada Brigada de la Frontera, en la oriental provincia de Guantánamo.

La propuesta, sumamente polémica en tanto generalizaría aún más una de las obligatoriedades que más disgusto causa entre los jóvenes de la isla, ha pasado relativamente desapercibida para muchos ante la renuncia formal de Castro a la dirigencia política y el aparente cambio generacional que significaría el actual Congreso del PCC.

 

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