Unos 200 intelectuales, artistas y opositores cubanos enviaron una carta al presidente de EE. UU., Joe Biden, para que condicione su política hacia Cuba a una “amnistía general de presos políticos”.
Los firmantes piden a Biden a que presione a La Habana para eliminar “las restricciones de distribución de ayuda humanitaria por parte de organismos internacionales y cubano-estadounidenses a los cubanos necesitados”, según EFE.
La misiva plantea cinco puntos a tomar en cuanta por el gobierno comunista para que se produzca un cambio en las relaciones bilaterales, entre la retirada, por parte del Gobierno cubano, de sus tropas desplazadas en Venezuela.
Uno de los puntos se refiere a un asunto muy sensible para la población cubana, el envío de remesas. El objetivo es que los cubanos reciban las remesas en dólares, de modo que “puedan adquirir bienes y servicios como mejor les parezca”.
Entre los firmantes se encuentran el líder de la Unión Patriótica de Cuba, José Daniel Ferrer, la opositora Rosa María Paya, el sacerdote José Conrado Rodríguez Alegre y los exembajadores Everett Briggs, Ott J. Reich y Armando Valladares.
Figuran también el músico Paquito D'Rivera y los ex presos políticos Basilio Guzmán y Ernesto Díaz Rodríguez, que cumplieron condenas de 22 años en cárceles cubanas.
La Casa Blanca se pronuncia sobre nuevo Congreso del Partido
Por otra parte, la Casa Blanca se pronunció hoy con evasivas y frases hechas sobre el último congreso de los comunistas cubanos, durante el cuál Raúl Castro abandonó la jefatura de la organización, pero dejó hombres leales a él.
Ned Price, vocero del Departamento de Estado, declaró este miércoles en rueda de prensa que corresponde al pueblo cubano hablar sobre el Congreso y ratificó el compromiso de su gobierno con “la democracia y los derechos humanos en Cuba”.
“No tengo otras cosas que agregar sobre los cambios anunciados en Cuba; el pueblo cubano debe opinar de eso”, declaró Price.
Hasta el momento la administración demócrata se ha mantenido al margen del problema cubano e, incluso, ha declarado que la isla no es una prioridad de su política exterior.
Líderes opositores radicados en la isla y políticos cubanoamericanos presionan para que el gobierno tome cartas en el asunto, por el momento sin éxito.