Un sinfín de trámites aumentarán de precio a partir del primero de enero en Cuba cuando comience el proceso de ordenamiento monetario, pero las nuevas tarifas crecerán por encima del valor antiguo.
Resulta ahora que divorciarse o tener constancia legal del nacimiento costará la bagatela de 50 dólares americanos, o su equivalente en pesos cubano, más de la mitad del salario mínimo de un cubano, cuando antes eran trámites mucho más baratos.
La revelación de estos nuevos precios causa malestar y críticas entre los cubanos, sobre todo porque son trámites impagables con los salarios y algunos, aumentaron varias veces su costo equivalente en dólares, lo que hace pensar en que el gobierno aprovechó la ocasión para “sacarle el sumo al cubano común”, como dijo un usuario en redes.
Por ejemplo, una certificación de nacimiento, que antes costaba 5 pesos cubanos (CUP), ahora asciende a 1250 pesos cubanos, que según el cambio oficial vigente de 24 CUP por dólar equivale a unos 50 de la moneda americana, aunque se espera una devaluación mayor del peso cubano en los próximos meses.
En esta misma situación están los trámites para actas defunción, antecedentes penales, declaratorias de última voluntad y de herederos.
Sin embargo, la escalada no queda aquí. La sentencia de divorcio sube ahora hasta los 3750 CUP —156 dólares al cambio oficial—; la constancia de ciudadanía cubana, 2500 pesos —unos 90 dólares— y la certificación de dirección habitual o domicilio de ciudadanos cubanos y extranjeros, 3750 pesos.
Los trámites para legalizar documentos profesionales, académicos, de estudio y otros similares, muy frecuentados por quienes pretenden trabajar o estudiar en el extranjero, merecen mención aparte, pues pueden llegar a los 6000 y 8000 pesos cubanos, en dependencia de su complejidad.
Todas estas nuevas regulaciones Gaceta Oficial no. 77, del 18 de diciembre de 2020, en la cual se estipulan también nuevos precios para documentos referentes a propiedad intelectual, vivienda, extranjería, actividades comerciales, entre otros.
Los incrementos en los precios de muchos otros trámites fijan valores desproporcionados respecto a los anunciados incrementos para los salarios en la isla, lo que anticipa que la pretensión de que estos sean la principal fuente de ingresos de los residentes en la isla puede terminar en un nuevo fracaso económico, máxime cuando la inflación es el principal riesgo y potencial resultado de la llamada “Tarea Ordenamiento”.
El 10 de diciembre el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel reveló que el reordenamiento monetario y cambiario comenzaría el primero de enero, fecha tras la cual desaparecería paulatinamente, en un plazo no mayor a seis meses, el peso cubano convertible (CUC).
La medida provocará inflación, que el gobierno intenta combatir con la subida de los salarios y pensiones, aunque expertos consideran que no es suficiente.
Al respecto, varios economistas vaticinan una escalada inflacionaria que reducirá aún más los aumentos de salarios y pensiones anunciados por el régimen para equiparar los precios internos con su valor real en dólares.
