Carencia de alimentos y aumento de salarios, una combinación explosiva

El economista Pedro Monreal considera como "muy probable" que la inflación se dispare y disminuya el poder adquisitivo de los cubanos, especialmente los de bajos ingresos y sin acceso a remesas
La inflación en Cuba podría dispararse
 

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El economista cubano Pedro Monreal aseguró este 11 de diciembre que la reforma monetaria y cambiaria anunciada por el régimen podría desembocar en una espiral inflacionaria que reduzca el poder adquisitivo de los cubanos.

Por inflación se entiende el aumento acumulativo de los precios, algo que se debe combatir con una oferta bien surtida de productos, pero la economía cubana no está en condiciones de producir lo suficiente, según Monreal.

A juicio del economista, el aumento de salarios, pensiones, precios de la canasta normada y contracción de la producción agropecuaria son una mezcla potencialmente explosiva.

“De lo anunciado ayer lo importante no fue tanto la fecha y el nivel de la devaluación, sino tres normas del Consejo de Ministros: el Decreto 25 sobre seguridad social, y los Acuerdos 8957 sobre precios minoristas y 8958 sobre precios de acopio”, sostiene.

El Decreto 25 trata de colocarle un “piso” a la pobreza, los precios minoristas también sirven para eso, pero van más allá porque marcan el tono del esquema para intentar regular oferta y demanda, y los precios de acopio son cruciales para la producción agropecuaria.

“La secuencia de las medidas no parece ser la correcta. Un incremento sustancial de la demanda debe ir precedido de un incremento de la capacidad de oferta, sobre todo de alimentos”, agrega el economista, pero este es el segundo año consecutivo en que se contrae la producción agropecuaria.


“El problema no parecer ser que el ‘ordenamiento’ no esté exento de riesgos inflacionarios. Parece más adecuado asumir con realismo la probabilidad de que pudiera haber una inflación que redujese el poder adquisitivo promedio”, añadió.

La largamente pospuesta unificación monetaria consistirá en la desaparición del peso convertible o CUC, creado en 1994 y equivalente al dólar, lo que dejará al peso cubano (CUP), equivalente ahora mismo a 4 céntimos de dólar, como la única moneda local.

Uno de los sectores más golpeados será el de las empresas estatales. Allí la tasa de cambio entre CUP, CUC y dólar es paritaria 1:1:1, mientras para el público general es de 25 CUP por cada CUC o dólar.

Durante la intervención de mediados de octubre, en la cual se anunció que la medida estaba a la vuelta de la esquina, el "zar de las reformas", Marino Murillo, recordó que el ordenamiento irá acompañado por otras medidas como una reforma salarial y de las pensiones y la retirada de subsidios, si bien se mantendrán los precios centralizados para un "reducido" grupo de productos y servicios básicos, entre ellos el combustible, la electricidad o la leche infantil.

La llegada de la unificación monetaria ha provocado que cientos de cubanos acudieran a los bancos y casas de cambio para deshacerse de los CUC, que se devaluaron frente al dólar en el mercado informal.

La eliminación de la doble moneda llega en un momento de fuerte crisis económica. El parón del turismo por la pandemia de coronavirus ha agudizado la ya precaria situación financiera de la isla, golpeada por el endurecimiento del embargo de Estados Unidos, y la crisis de su aliada Venezuela y la tardanza en aplicar las reformas diseñadas para actualizar su sistema centralizado.

Esta necesidad de divisas ha llevado a Cuba a aplicar una "dolarización parcial" de su economía con polémicas medidas en los últimos meses como la apertura de supermercados y comercios en los que no se aceptan las monedas locales y solo se puede pagar en divisas con tarjeta. 

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