Opositores opinan sobre “Compromiso Democrático”, un documento para la unidad

“Compromiso Democrático”, busca emplazar al régimen y aunar los esfuerzos junto al exilio. El documento ha sido firmado por un número importante de líderes, activistas, periodistas, bibliotecarios, escritores y artistas
Opositores opinan sobre “Compromiso Democrático”, un documento para la unidad
 

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En la historia por rescatar la democracia en Cuba, se han creados grupos políticos y plataformas pro democráticas, con múltiples llamados y firma de documentos en busca de la unidad, pero nunca antes se consiguió el total consenso.

El reciente “Compromiso Democrático”, busca emplazar al régimen, y aunar los esfuerzos junto al exilio. El documento ha sido firmado por un importante número de líderes, activistas, periodistas, bibliotecarios, escritores y artistas.

Sin embargo, el texto causó algunas aversiones, no solo en contra de su contenido, también contra figuras y grupos. Comentarios desafortunados conllevaron a respuestas desatinadas, que desembocó en batallas de descrédito. Ofensas. Trapos sucios. Puso al desnudo la falta de unidad histórica entre los cubanos, cuando el momento crucial lo exige.

El documento es solo un compromiso democrático que muchas organizaciones en su mayoría lo firmaron, que es de todos y no de una sola persona, menos de un grupo, sale de las ansias de poder acabar con la tiranía en un compromiso común”, opina Leticia Ramos, Dama de Blanco y natural de Matanzas, conocida por su trayectoria de lucha en el movimiento.

Pedro Figueredo, sindicalista independiente de Palma Soriano, uno de los municipios más rebeldes y para algunos “la cuna de la oposición”, dice que el documento hacía falta.

Necesitábamos un llamado radical a la unión. Yo estuve preso por firmar el proyecto Varela, que era mucho menos radical que éste. Payá cumplía un requisito constitucional de presentar el número de firmas exigido, de las que recolecté más de mil, y por eso fui preso, pero este es más abarcador y más fuerte que aquel. Espero que no me tranquen por haberlo firmado. No somos ocho mil, pero somos más conocidos”.

 

 

El momento histórico que vive Cuba es singular, propicio para que se proyecte el tan anhelado Cambio. Un pueblo aplastado por una dictadura comunista, en condiciones de pobreza y ahogo, necesita de la experiencia acumulada por la oposición.

Esa experiencia debe ser tenida en cuenta, decantada y tamizada, extraída su esencia positiva, desechado lo nocivo y viciado por conceptos y actitudes antípodas— expresa José Díaz Santa Cruz, artista independiente y disidente de toda la vida— Conseguir la unidad de todas las fuerzas pro democráticas ha sido un empeño de siempre, repelido por las acciones de la policía política y apuntalado por la naturaleza caudillista de nuestros líderes, muchas veces sumidos en una la lucha intestina por la administración de los fondos y en ocasiones la utilización desacertada de los recursos”.

León Padrón Azcuy, fundador del Partido Nacional Liberal y periodista independiente, expresa:

El gran escollo en la oposición es la lucha por el liderazgo. Otro es la pérdida de confianza entre los disidentes. Eso es un resultado del trabajo de la policía política, pero también de las individualidades egocéntricas, que no admiten participar de un proyecto donde no se sea el líder”.

El documento Compromiso Democrático está abierto en las redes sociales, para todo el que quiera firmarlo. Manifiesta su total rechazo al castro-comunismo y pide el desmontaje del totalitarismo. Prioriza el contacto y trabajo con amplios sectores del pueblo cubano, para demostrar la viabilidad de una Cuba próspera, como la deseó Martí. Obtener un sustancial apoyo económico, así como político y diplomático para los proyectos. Y también rechazar cualquier maniobra engañosa del régimen, incluyendo todo tipo de procesos electorales, entre otros puntos.

Leonel Ponce, líder de una célula de barrio del Partido Nacionalista Cubano (PNC), considera que “la oposición actual tiene muy bajo poder de convocatoria y poca visibilidad ciudadana. Su proyección es mayormente hacia el exterior y no al interior del país, un lastre que se deber revertir como requisito primordial. Es cierto que hay activismo, pero focalizado y con muy pocos recursos, por eso no puede llegar a las masas. Y ahí es dónde tiene que enfocar su trabajo la unidad de la oposición y el exilio, en la calle, en la gente”.

 

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