En horas de la mañana del 4 de agosto, una familia residente en el callejón de Jaimanitas, fue trasladada a un centro asistencial de La Habana, por sospecha de COVID-19.
Según contaron vecinos de los enfermos, el esposo llevaba varios días sintiéndose mal y fue traslado al hospital, donde le hicieron el PCR reglamentario, que dio positivo. Inmediatamente la familia del enfermo, compuesta por la esposa, dos hijos y la suegra del contagiado, fue evacuada para realizarles los estudios pertinentes para detectar la enfermedad y deben esperar cuatro días hasta obtener los resultados.
El hombre, que se desempeña como botero en la ruta Playa-Baracoa, puede haber contagiado a más personas y las autoridades sanitarias realizan las investigaciones sobre posibles contagios en su labor como transportista, a un sitio donde ya existen enfermos por el coronavirus como es el pueblo de Baracoa, perteneciente al municipio Artemisa y detectar donde adquirió el virus.
También a todos los vecinos de la cuadra donde reside este caso positivo, se les han realizado pruebas para revelar si han sido contagiados con este padecimiento y están a la espera de los resultados de los análisis.
Aunque la comunidad no ha sido declarada todavía en cuarentena, el callejón de Jaimanitas se ha convertido en un sitio de peligro entre la población de este pueblo costero del noroeste de La Habana.
El evento de transmisión, que está abierto y a la espera del diagnóstico y el peritaje médico para contagio por COVID-19 a otras personas, es el segundo que se registra en Jaimanitas.
Anteriormente un matrimonio y su hija, que residen en calle 238 y Primera, estuvieron recluidos en un centro de aislamiento de la capital y tras el proceso correspondiente para el tratamiento y su tiempo establecido de recuperación, fueron dados de alta y reintegrados a la comunidad.