Nueva embajadora de Cuba en Washington: ¿un guiño a Biden?

Expertos definen a la nueva embajadora como de línea moderada y pragmática, algo que convendría a la administración demócrata y La Habana de comenzar negociaciones
Lianys Torres Rivera
 

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Cuba sustituye a su embajador en Estados Unidos, lo que según expertos en las relaciones Cuba-EEUU podría ser una jugada en previsión del acercamiento con el gobierno del demócrata Joe Biden, que tomará oficialmente su puesto como presidente en enero próximo.

Aunque Cuba no parece ser prioridad en estos momentos para el mandatario demócrata, la necesidad del castrismo por llegar a acuerdos con la Casa Blanca es proverbial; la designación de Lianys Torres Rivera al frente de la embajada en Washington pondría en ese puesto a una funcionaria de estilo “moderado”.

Torres, “es una señora pragmática y orientada hacia el futuro. Su nombramiento puede verse como un signo de que el gobierno cubano está abierto a un diálogo con la nueva administración de Joe Biden”, comentó al Nuevo Herald Ric Herrero, director ejecutivo del Cuba Study Group.

“La señora Torres estuvo en las negociaciones entre la administración Obama y Castro”, agregó.

Estados Unidos no ha nombrado embajador en Cuba desde el restablecimiento de relaciones en 2015. En la isla el diplomático de mayor rango es el encargado de negocios, Timothy Zúñiga-Brown. Si los republicanos mantienen su mayoría en el Senado, es muy difícil que confirme una nominación demócrata para el puesto.

Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba pasan actualmente por una época de tensiones. Durante el mandato de Trump, Washington aplicó una política de “máxima presión” a La Habana a la que responsabilizó de la deriva autoritaria del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Trump revirtió muchas de las medidas de apertura de Obama, como los viajes en crucero y el llamado intercambio people to people. También limitó el envío de remesas, cuestionó duramente las violaciones a los derechos humanos y restringió los vuelos a la isla.

Cuba sustituye a su embajador en Estados Unidos, lo que según expertos en las relaciones Cuba-EEUU podría ser una jugada en previsión del acercamiento con el gobierno del demócrata Joe Biden, que tomará oficialmente su puesto como presidente en enero próximo.

Aunque Cuba no parece ser prioridad en estos momentos para el mandatario demócrata, la necesidad del castrismo por llegar a acuerdo con la Casa Blanca es proverbial; la designación de Lianys Torres Rivera al frente de la embajada en Washington pondría en ese puesto a una funcionaria de estilo “moderado”.

Torres, “es una señora pragmática y orientada hacia el futuro. Su nombramiento puede verse como un signo de que el gobierno cubano está abierto a un diálogo con la nueva administración de Joe Biden”, comentó al Nuevo Herald Ric Herrero, director ejecutivo del Cuba Study Group.

“La señora Torres estuvo en las negociaciones entre la administración Obama y Castro”, agregó.

Estados Unidos no ha nombrado embajador en Cuba desde el restablecimiento de relaciones en 2015. En la isla el diplomático de mayor rango es el encargado de negocios, Timothy Zúñiga-Brown. Si los republicanos mantienen su mayoría en el Senado, es muy difícil que confirme una nominación demócrata para el puesto.

Las relaciones entre Estados Unidos y Cuba pasan actualmente por una época de tensiones. Durante el mandato de Trump, Washington aplicó una política de “máxima presión” a La Habana a la que responsabilizó de la deriva autoritaria del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Trump revirtió muchas de las medidas de apertura de Obama, como los viajes en crucero y el llamado intercambio people to people. También limitó el envío de remesas, cuestionó duramente las violaciones a los derechos humanos y restringió los vuelos a la isla.

La política de sanciones estuvo dirigida en 2020 contra bancos, instalaciones turísticas, el consumo de alcohol y tabaco cubanos, pero especialmente contra las remesas, controladas por la empresa militar CIMEX, que dejó de recibirlas debido a sanciones de la administración republicana.

El gobierno cubano asegura que las medidas afectarán sobre todo al pueblo de la isla. Mientras tanto, la Casa Blanca considera que son indispensables para forzar un cambio de régimen.

Con la nueva administración demócrata, que llegará al poder el 20 de enero de 2021, se espera un relajamiento de la política de "mano dura" hacia La Habana y posiblemente que algunas sanciones sean revertidas, sin embargo, la isla comunista no parece ser prioridad para Joe Biden por el momento.

 

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