Una comisión disciplinaria del Hospital Ernesto Guevara de Las Tunas, evalúa la expulsión definitiva de este centro del médico Alexander Raúl Pupo Casas, residente en neurocirugía, por sus publicaciones en redes sociales denunciando la penosa realidad que viven la mayoría de los residentes en la isla.
El joven galeno también fue expulsado de la beca donde permanecía en esta provincia, ya que es natural de Holguín, y la Seguridad del Estado ha iniciado a acosar y amenazar a familiares, amigos y personas que le han ayudado.
En una directa a través de su perfil en Facebook, Pupo Casas, detalló este domingo 27 de septiembre las arbitrariedades que se están cometiendo en su contra por no seguir el coro del régimen castrista, criticar las vicisitudes de los cubanos y cuestionar la falta de libertades en el país.
“Tener una visión política distinta no me convierte en una mala persona ni por eso se puede medir mi desempeño profesional”, sostuvo el joven holguinero.
Pupo Casas, precisó que el pasado día 7 de septiembre, la Dra. Lissett Ponce de León Noriella, Jefa del servicio de neurocirugía del Hospital Ernesto Guevara en Las Tunas, le presentó un acta de advertencia donde se refería que “si seguía publicando en Internet iba a tener problemas en la residencia”.
“La firmé, pero expliqué que no dejaría de decir lo que pienso. No me retracto de lo que escribo porque no son mentiras, es la cotidianidad del cubano y cualquier persona que tenga dignidad, sabe que todo es cierto”, afirmó.
“No comparto el comunismo pero no soy mal médico, nunca he tenido una queja de un paciente”, sostuvo Pupo Casas.
El galeno comentó que continúo trabajando con los pacientes que tenía asignado, hasta que la Dra. Ponce de León, volvió a convocarlo a una reunión donde le informó que había presentado “una solicitud a la Comisión Disciplinaria del Hospital para que fuera expulsado definitivamente del centro. Me notifica esto en un papel manuscrito, me piden abandonar mi sala y que espere ser reubicado en lo que el proceso se realiza”.
“Me quedé consternado, y fue cuando hice la denuncia formal por Internet”, dijo.
El joven señaló que “durante 55 min debatieron en la Comisión (presenciada por un psicólogo, enfermera que tomaba las notas del acta y otra persona que ni siquiera estaba vestido de médico, no sé qué función tiene en el hospital) sobre ética médica, principios y la repercusión que podían tener en la sociedad mis publicaciones”
“Mis profesores me enseñaron a decir la verdad, mi familia, y es lo que hago. Una idea política diferente no tiene nada que ver con mi desempeño profesional. Si consiguen una opinión negativa de alguno de mis pacientes yo cierro mi Facebook, pero la verdad es la verdad”, sostuvo.
Lea también
Pupo Casas precisó además que también fue de un modo indignante sacado de la beca donde permanecía para poder cursas su residencia en neurocirugía, fuera de su natal provincia.
“Me dijeron que encontraron un error en los documentos que me hicieron y luego sería analizad a la persona que los tramitó, pero que debía abandonar la beca en una hora (…) fui escoltado por un guardia de seguridad como si fuera un delincuente. Fue indignante”, explicó conmovido.
En medio del contexto de la propagación de la COVID-19 en el país, el médico explicó que necesitaba un autorizo oficial para trasladarse a su provincia, pero de nada valieron sus explicaciones, tuvo que abandonar de manera inmediata la beca, que antes había tenido que arreglar para poder habitarla.
“Me incómodo muchísimo esta situación…”, refirió y denunció además que un amigo que lo socorrió en Las Tunas al ser expulsado de la beca estaba siendo acosado por la Seguridad del estado; así como una anciana que lo había ayudado anteriormente en incluirlo en la dirección de su vivienda para que pudiera estudiar en este territorio.
“(…) una anciana que muy amablemente me dio su dirección, solamente nos vimos el día que hicimos el trámite, le agradecí y hasta el sol de hoy. Esa señora, enferma, que vive sola en un edificio del reparto Santos, está siendo acosada, le están provocando un daño psicológico, y lo único que hizo fue ayudarme. Debe ser para que me retire de su dirección”, expresó.
“Lo que me incómoda es que vayan tras de mis amigos. Ya me están quitando lo que más me gusta que es ser médico, dejé la carrera de ingeniería mecánica porque prefería medicina, pues ya no les basta con eso. Montan una campaña difamatoria sobre mi vida personal, se ensañan con mis amistades… es una bajeza muy grande, considero que no debe existir una persona que inculque miedo a una señora mayor, es indignante”, comentó.
“Mañana me voy a incorporar a la sala de infecciosos donde me indicaron. Tengo miedo, no lo voy a negar, he intentado mantener con ecuanimidad pero no pensé que en estos tiempos pudieran existir actos tan arbitrarios. (…) Me preocupa la salud de esa señora, mi futuro laboral, lo que pueda pasar conmigo y con mi familia a partir de ahora”, reconoció.
“Le digo a la Seguridad del Estado que no la coja con mis amigos, nadie me paga ni me dice qué publicar o denunciar. Veo lo que mis amigos sufren, no publico mentiras ni difamo… cójanla solamente conmigo”, concluyó el joven médico.