Las autoridades sanitarias de Cuba informaron este sábado de la muerte de una persona en la isla por complicaciones derivadas de la COVID-19 y el diagnóstico la víspera de 469 nuevos positivos a la enfermedad viral, que registra una tendencia al alza durante las últimas dos semanas.
El Ministerio de Salud Pública (Minsap), cuyas cifras han sido puestas en entredicho por cubanos dentro y fuera de la isla en reiteradas ocasiones, detalló en su más reciente parte informativo que, con cierre a la medianoche del viernes, 5.576 personas permanecían ingresadas en el país por diferentes aspectos relacionados con la enfermedad causada por el nuevo coronavirus.
De ellas, 3.737 son sospechosas de un eventual contagio y 1.473 son casos confirmados y activos de la enfermedad, 263 más que los reportados en la jornada anterior, luego de que el número de altas médicas en las últimas 24 horas (205) fuese inferior al de los nuevos positivos.
Con los nuevos incrementos, el acumulado de casos desde el inicio de la pandemia en Cuba ascendió a 966.473. De estos, 8.323 han muerto y 956.620 se han recuperado, según las estadísticas del Minsap.
El paciente fallecido fue una mujer residente en la provincia de Ciego de Ávila, con edad entre los 80 y los 89 años, y en situación de encamamiento. Como comorbilidad que complica la evolución clínica ante el contagio padecía además de Artritis Reumatoide.
Pinar del Río fue la provincia con peor situación epidemiológica al registrar en la jornada de viernes 98 nuevos positivos. Le siguieron La Habana y Camagüey, con 80 y 62 casos, respectivamente.
En los servicios de cuidados intensivos permanecen ingresados 19 pacientes, de los cuales tres están en estado crítico y 16 son reportados como graves.
Hasta el 28 de diciembre, el 85,1 por ciento de la población cubana, 9,64 millones de personas, había completado el esquema de vacunación con alguno de los tres inmunógenos de producción nacional aprobados por la autoridad reguladora para su uso de emergencia, ninguno de los cuales ha sido certificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En algunos municipios se aplicó la vacuna de la farmacéutica china Sinopharm en su esquema de dos dosis, seguida de una tercera dosis de Soberana Plus, del Instituto Finlay de Vacunas de Cuba.
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El aumento de los casos de coronavirus en Cuba, luego de meses de una disminución sostenida que siguió en el tiempo al peor rebrote de la enfermedad en la isla, es asociado a la llegada de la variante Ómicron y el arribo de turistas y viajeros internacionales.
Para intentar frenar la nueva alza epidémica, el régimen anunció nuevas medidas sanitarias que entrarán en vigor el 5 de enero.
Según publicó el Minsap, como parte de esas medidas se mantiene la exigencia de presentar en el punto de entrada un esquema de vacunación completo y un resultado negativo de un PCR-RT realizado como máximo 72 horas antes del viaje para los viajeros de Sudáfrica, Lesoto, Botswana, Zimbabue, Mozambique, Namibia, Malawi y Eswatini.
Estos tendrán que pasar, además, una cuarentena obligatoria por ocho días en un hotel destinado al efecto, asumiendo el propio viajero los costos. Al séptimo día se hará una toma de muestra que, de resultar negativa, permitirá el alta de la cuarentena al octavo día.
Para los viajeros del resto del mundo, sean o no residentes en Cuba, será obligatorio presentar en el punto de entrada un esquema de vacunación completo; mostrar el resultado negativo de un PCR-RT realizado como máximo 72 horas antes del viaje y se incrementará la vigilancia aleatoria, a partir de la realización de PCR-RT a viajeros procedentes de países de alto riesgo.
Los cubanos residentes en el país que no tengan esquema de vacunación estarán obligados para entrar a territorio nacional a realizarse en el punto de entrada una toma de muestra PCR y a cumplir una cuarentena obligatoria de ocho días en un hotel destinado al efecto, asumiendo el propio viajero los costos.
