Fuentes oficiales informaron este jueves que Japón donará equipos médicos a Cuba por valor de 500 millones de yenes (unos 4,7 millones de dólares aproximadamente) como parte de la continuación de un programa bilateral de “ayuda al desarrollo”.
Las máquinas de ultrasonido, rayos X y los succionadores entregados por el país asiático, serían utilizados en los deprimidos servicios de urgencia de hospitales y policlínicos de toda la isla, y conforman la primera asistencia internacional realizada bajo el Gobierno del recién investido primer ministro japonés Yoshihide Suga.
El embajador japonés en La Habana, Kazuhiro Fujimura, señaló que esta asistencia “adquiere especial importancia en medio del actual contexto” de la epidemia del nuevo coronavirus (COVID-19) y “refuerza el intercambio entre ambos países, que acumulan más de 90 años de relaciones diplomáticas”.
Fujimura firmó el canje de notas para el donativo el miércoles en la capital cubana junto a la viceministra del Comercio Exterior e Inversión Extranjera de la isla, Déborah Rivas.
Dentro de este programa de ayuda, en 2018 Japón suscribió con Cuba un donativo por valor de 1.050 millones de yenes (unos 10 millones de dólares) destinado a la compra de equipos especializados de limpieza para La Habana.
Las relaciones entre ambas naciones han experimentado un auge en los últimos 5 años. En 2016 el entonces primer ministro nipón, Shinzo Abe, viajó a la isla caribeña dominada por una dictadura de más de 60 años, junto a representantes de más de 400 empresas del país asiático en busca de oportunidades en el mercado cubano.
En el contexto de esa visita, Tokio y La Habana llegaron a un acuerdo para el reordenamiento de la deuda cubana.
Contrasta el trato dado por le régimen a las ayudas de países extranjeros, mientras entorpece el auxilio que una parte de la diáspora cubana ha intentado hacer llegar a sus compatriotas que permanecen en la isla en crisis. En lo que el castrismo acepta toda dádiva de países extranjeros, impide la entrega de la carga humanitaria enviada a miles de familias en la isla por exiliados mediante la iniciativa Solidaridad entre Hermanos.
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Recientemente el libelo Granma, principal medio de propaganda del Partido Comunista, afirmó que esa ayuda humanitaria gestionada por la plataforma Cuba Decide, es una “trampa” contra Cuba. Para la dictadura, dejarla pasar significaría permitir que esos cubanos que tanto ha despreciado por escapar del desastre, socorran a algunos hermanos que sufren la desgracia económica del totalitarismo caribeño.
Los voceros del régimen han pasado de negar que esté en el puerto del Mariel la ayuda humanitaria enviada desde Miami, a rechazar que el pueblo necesite donaciones, e incluso una de esas voces vinculadas a la Seguridad del Estado sugirió que allí podrían venir explosivos.
Ante la exigencia de ciudadanos dentro y fuera de la isla, el periódico Granma arremete diciendo que “la campañita, como siempre, arrastra a algunos ingenuos que, desbordados por el infame retintin (sic) [de los medios independientes], no advierten siquiera la trampa que significan los «espontáneos gestos solidarios»”.
En un extenso artículo pensado para dejar claro que el régimen solo acepta ayudas de sus aliados políticos, o de los poderosos que entren en jugosos negocios con el castrismo, dicen que la ayuda humanitaria es un fraude de “aquellos que se alinean en empujar, una tras otra, las medidas de asfixia contra la gente misma que simulan querer ayudar”. Si fuera así, bastaría al régimen dejar que las donaciones llegasen a quien quiera recibirla, a ver si el pueblo “revolucionario” no la acepta.
Haciendo evidente el motivo político que tiene la dictadura para no dejar pasar el cargamento, el Granma aseguró que en otras ocasiones, como en la mencionada de Japón, sí se “facilita la gestión para que los donativos encuentren vía expedita camino (sic) a sus destinos”.
Magalys Estrada, directora general de Cooperación del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extrajera (Mincex), cedió datos que informan de una “cooperación” recibida por el gobierno “equivalente a unos 1 362 millones de pesos en monedas libremente convertibles”, desde el 2012 hacia acá. El régimen recibe donaciones en los últimos cuatro años, a “un ritmo anual de 200 millones”, según el Granma.
(Con información de EFE)