Los embates esta temporada veraniega del polvo del Sahara están lejos de terminar para los cubanos, pues luego de la presente nube –de una proporción no vista en el último medio siglo–, llegará otra concentración de partículas el viernes próximo, informan expertos.
La gigantesca nube de polvo del Sahara que cubre el Caribe ya está sobre parte de Cuba y avanzará hasta envolver todo el archipiélago durante el resto de la semana. Los modelos de pronósticos sugieren que los valores de las concentraciones de polvo estarán muy por encima de los niveles normales, factor que ocasiona un deterioro apreciable de la calidad del aire.
José Rubiera, Doctor en Meteorología, informó a media mañana de este martes que “los modelos continúan mostrando el avance del área de Polvo del Sáhara sobre Cuba, Centroamérica y México, desde ahora hasta el viernes 26”.
Sin embargo, dijo que “el viernes 26 entra al mar Caribe otra oleada de polvo, quizás con una menor concentración que la que ahora está pasando”.
Aunque por ahora esperan que la segunda nube que en una semana impactará la región sea menor que la actual (catalogada como “monstruosa” en algunos países), igualmente hay que tomar medidas adicionales.
“Personas asmáticas y alérgicas deben tomar precauciones y quedarse en casa”, recomendó Rubiera.
Los especialistas indican el uso de la mascarilla sanitaria o nasobuco para esta situación, además de la ya cotidiana prevención contra la COVID-19.
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El Doctor en Ciencias Físicas Eugenio Mojena López, reconocido especialista en esta temática del cubano Instituto de Meteorología, ha dicho que, si bien de forma general las nubes de polvo comienzan a llegar a nuestro país entre marzo y abril, los máximos de días bajo tal condición atmosférica ocurren en junio y julio.
Estos eventos ocasionan una importante “elevación de la temperatura y la sensación térmica”, explicó el José Rubiera.
Las nubes de polvo desértico vienen cargadas con partículas de material altamente nocivas para la salud humana y contienen, además, minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio, junto con virus, bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos persistentes.
Rubiera explica que cada año, en especial durante la segunda quincena de junio, el mes de julio y la primera quincena de agosto, varias oleadas de polvo del Sáhara se trasladan por el Atlántico y llegan al mar Caribe y el Sudeste de los EE.UU.
“Como vienen acompañadas de un aire muy seco, son las responsables de que en este período disminuya la lluvia, no tengan desarrollo las ondas tropicales, y se produzcan muy pocos ciclones tropicales en el Atlántico Tropical, desde África al Caribe”.
Sin embargo, lo que más caracteriza al actual evento, es la alta concentración de las partículas de polvo. Son tan pequeñas que alrededor de 30 de ellas, colocadas una al lado de la otra, caben en el grosor de un cabello humano.
Según compartió el especialista cubano, la Dra. Olga Mayol, de la Universidad de Puerto Rico, isla que está siendo fuertemente afectada por esta nube de polvo, considera que es el evento más importante ocurrido durante los últimos 50 o 60 años.