Mercabal para cuentapropistas: mucha “moral” y pocos productos

La prensa oficialista acentúa sus habituales delirios. “Mercabal: un mercado para adquirir decencia” es el título de un nuevo reporte de Juventud Rebelde. ¿El régimen querrá vender moral “comunista” ante la escasez de productos?
Mercado Mercabal en La Habana. Foto: Abel Rojas Barallobre /Tomada de Juventud Rebelde
 

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Hace apenas unos días ADN Cuba publicó una nota donde se subraya que Mercabal, el mercado destinado para vender al por mayor a cooperativas y trabajadores del sector no estatal en La Habana ha resultado ser una auténtica farsa. “Además de escasez y poca variedad en la oferta, racionalizan los productos y marginan a cuentapropistas de la compra de algunos de ellos”, da cuenta el comentario.

Pero como es habitual, por un lado anda la realidad que se vive en la isla y por otro los contenidos que publican los medios de comunicación del régimen.

La prensa oficialista acentúa cada vez más los delirios del desgobierno cubano. “Mercabal: un mercado para adquirir decencia” es el título de un nuevo reporte de Juventud Rebelde. ¿El régimen querrá vender moral “comunista” ante la escasez de productos?

“Lo mejor de este mercado es que nos da la opción de adquirir legalmente las materias primas, porque a nadie que sea decente le gustan las ilegalidades”, dijo “aliviado” -según el texto del diario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC)- Lenier Fano Torres, quien regenta una panadería-dulcería en San Miguel del Padrón, desde hace dos años.

Apelando a la “moral” de los cubanos pasan las décadas y el pueblo cada vez más de sumerge en la miseria. Es que al parecer solo se trata de la honestidad de los trabajadores, no de la cúpula castrista, los funcionarios corruptos, los descendientes de los jerarcas militares… En medio del profundo desabastecimiento salen a hablar de decencia porque de economía no pueden: la ineficiente gestión hundió al país; pero los amorales siempre son las voces críticas al régimen y quienes apenas encuentran como susbsistir.

Mercabal, es “un mercado mayorista dedicado al reaprovisionamiento para la gastronomía del sector no estatal”, ubicado en 26 y 35, en el municipio capitalino de Plaza de la Revolución. Finalmente, cuando la economía del país agoniza por la histórica centralización del poder y los recursos, se abre este tipo de entidades.

Sin embargo, según esclarece Pedro Acosta Peña, no hace todavía un mes que el gobierno anunció, a bombo y platillo, durante dos programas de la Mesa Redonda, la reapertura del Mercado Mayorista “Mercabal”, que abrió sus puertas el pasado 24 de julio para de inmediato generar decepciones y frustraciones.

“Las trabas para la compra comienzan desde el principio. Para acudir allí, la persona tiene que presentar nada menos que seis documentos: carnet de identidad, el de cuentapropista, carnet de la ONAT acompañado de fotocopia que certifique el último pago realizado de los impuestos, el Contrato Fiscal establecido con el Banco que le da el derecho a tener la tarjeta magnética y la Licencia Sanitaria”, puntualiza el colaborador de ADN Cuba.

Luego de estos engorrosos y lentos trámites al llegar al “abastecido” mercado, usted se encuentra con que debe levantarse bien temprano para poder coger uno de los turnos que dan para poder hacer el dichoso contrato. Y a pesar de la pobre oferta que se brinda, los cuentapropistas no pueden adquirir todo lo que allí se vende.

Mientras, ¿qué refleja Juventud Rebelde? El diario estatal publicó que “lo único que restaba éxito en la apertura de Mercabal a nuestra llegada era que los clientes, que hacían larga cola, no tenían donde sentarse. Tres carpas para guarecerse y algunos asientos no eran suficientes, al menos en esa jornada. También se sentía la ausencia de un parqueo en un área que por su ubicación en la ciudad lo requería”.

Es decir, a los cuentapropistas les importa que este es un lugar donde se preserva la decencia, la moral y las buenas costumbres; y lo único que les preocupan son las inexistencia de comodidades para sentarse a esperar plácidamente hasta entrar al mercado y que no existe un parqueo para no ser multados. ¡Hay que ser valientes para falsear tanto la verdad!

Luis Hernández Bruzón, director de Mercabal, “nos recibió solícito” -escribió la vocera del régimen- (algo obvio nos encantaría que ofreciera declaraciones a la prensa independiente) y “al instante nos devela la magia de tanta desenvoltura: la Ministra de Comercio Interior no le «quita el dedo al lugar». Casi todos los días supervisa su desempeño in situ. Y eso tiene su efecto milagroso”.

Decencia, los milagros que provoca una funcionaria de alto rango… ¿puede ponerse peor esta ficción? Siempre sí, no se duda nada no de un reporte oficialista sobre mercados, cuentapropistas y las “garantías” que ofrece el gobierno cubano.

“Lo más importantes es que cuando logremos garantizar más del 70 por ciento de las materias primas que los trabajadores por cuenta propia necesitan, esto puede convertirse en un regulador de los precios y de eso modo repercutir favorablemente en la población”, afirmó Hernández Bruzón sin esclarecer en la actualidad que por ciento de las necesidades de los clientes cubren.

Falacias y globos que se desinflan fácilmente. Mientras, el pueblo trata de esquivar las balas del régimen e integran su ecuación -esa que pueden luego rectificar en cualquier momento.  

 

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