El oficialista periódico Trabajadores reconoció este 15 mayo en su versión digital, que elimina comentarios de "enemigos de la revolución".
Se trata de un artículo donde se dice reflexionar sobre los comentarios que algunos internautas contrarios al régimen hacen al pie de las publicaciones de Trabajadores, que el periodista define como "verborrea surgida de la impotencia".
"Son comentarios que con un sencillo clic se envían a la Papelera porque esta verborragia impide establecer comunicación, en primer lugar porque a sus emisores no les interesa lo que pensamos o decimos, y mucho menos exponen argumentos, ni acertados ni equivocados", escribió en Arturo Chang, generalizando, como acostumbra a hacer el castrismo y sus medios oficialistas.
Asimismo dijo que "tal pareciera que en la Verborrea de la Impotencia calcan las alteraciones de velocidad del habla y cantidad de vocablos que en la literatura especializada identifican como 'incontinencia verbal' y que a veces puede estar asociada con perturbaciones mentales", como para no perder la costumbre de tratar de denigrar a todo el que no comulgue con los intereses del régimen.
Como si lo anterior no fuera suficiente, Trabajadores alega que sobre quienes hacen comentarios contrarios a la dictadura en su web "también pudiera influir algún síntoma neurológico o psiquiátrico, y no deja de ser igualmente una peculiaridad de egocentrismo, aunque esto último sí suele estar marcadamente presente en los que practican dicha verborrea".
Lea también
Y agrega en su columna Arturo Chang que estos internautas lo que buscan es "ser centro de atención", y que al mismo tiempo esto está dado porque "de la verborrea que estamos hablando es la provocada por la impotencia de querer que la Revolución Cubana se caiga, de detener la construcción del Socialismo y restaurar el capitalismo neoliberal", cuando es altamente sabido de que en Cuba no hay una revolución, no se está construyendo el socialismo, y los cubanos lo único que quieren es poner fin a tantos años de represión y miseria.
Lo que sí ocurre es que los medios de comunicación y propaganda del régimen forman parte del aparato represivo, y como tal, no pueden permitir que los cubanos se expresen libremente, ya no en los artículos que publican, ni tan siquiera en los comentarios que algunos de sus sitios web se permiten, como bien señala en su artículo, sin ningún tipo de cuidado, el periódico Trabajadores, en el cual al final, con la doble moral que es propia del régimen, invita a los lectores a que continúen dejando sus comentarios.